Apuntes

Fin a un agravio comparativo

La Junta debe acabar hoy con el problema que ella misma creó hace cinco años con los exDelphi

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El pulso que mantienen la Junta de Andalucía y los extrabajadores de Delphi desde el cierre de la factoría, en febrero de 2007, puede vivir hoy su último capítulo. La Junta les anunciará que no tiene más dinero para hacer frente a su compromiso de pagar los cursos de formación que vienen recibiendo desde entonces. Un acuerdo que el entonces presidente andaluz, Manuel Chaves, firmó con ellos pero que ahora es imposible mantener.

Esta remuneración de la formación fue un error de cálculo desde el principio. Se trató de un decisión populista en un momento en el que nadie pensaba que la crisis fuera a llegar y, desde luego, que fuera a golpear a la provincia con tanta virulencia como lo está haciendo. Por ello, pronto pasó a convertirse en un agravio comparativo con el resto de parados, cuyo número se ha disparado desde entonces. Todos aquellos que vinieron detrás de los exDelphi no han disfrutado, ni de lejos, de semejantes privilegios. Sin embargo, tienen razón al aferrarse a lo que la Junta de Andalucía les puso por escrito.

Por tanto, es una dura tesitura en la que se ve ahora el gobierno de Griñán que debe resolver atendiendo a la solidaridad con el resto de damnificados por la crisis.

Ahora, pese a tener la sartén por el mango, cabe esperar una reacción civilizada de los afectados, que no pueden olvidar que durante más de cinco años han recibido un trato preferente, amén de unas muestras de solidaridad que no son comparables a ningún otro colectivo. Ya en 2010 la Junta trató de dar este paso pero finalmente reculó ante la reacción de los afectados. Algo que a estas alturas sería complicado de entender por la ciudadanía. Ni por parte de unos ni de los otros.