Helmut Kohl, sentado entre la canciller Angela Merkel y su esposa, Maike Richter-Kohl, ayer, en Berlín. :: REUTERS
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La CDU se reconcilia con Kohl

Los democristianos celebran los 30 años de su elección como canciller en un acto al que finalmente asistió el ministro de Finanzas

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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Treinta años han transcurrido ya desde que Helmut Kohl fuera elegido canciller federal de Alemania. Un tiempo que pasará a la historia como el de la reunificación alemana y el de la unidad europea, pero que también será recordado en las filas de los cristianodemócratas como un periodo negro tras salir a la luz el escándalo de la financiación irregular del partido.

Sin embargo, la canciller alemana, Angela Merkel, dejó de lado ese capítulo negro de su historia y rindió homenaje a un frágil y enfermo Helmut Kohl, en silla de ruedas, por «su servicio a Alemania y a Europa», en una época recordada por el propio exmandatario como «un tiempo fantástico» durante su breve discurso ante los 700 invitados reunidos en Berlín.

La Fundación Konrad Adenauer de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) organizó ayer un homenaje en honor del excanciller alemán Helmut Kohl bajo el título 'El canciller de la unificación y ciudadano ilustre europeo', algo que también quedará plasmado a partir de ahora en unos sellos en su honor. «Un honor reservado solo a unos pocos», destacó Angela Merkel.

Personalidades de toda índole subieron una a una al escenario para homenajear un excanciller de 82 años en el que puede ser su último homenaje público debido a su frágil estado de salud. Mientras que los líderes políticos del mundo que coincidieron con él en su etapa política intervinieron a través de una pantalla, incluido el expresidente español, Felipe González, que lo calificó de «gran amigo» y del «gran canciller de la República Federal de Alemania».

El morbo del acto no solo estaba en un homenaje a un hombre caído en desgracia en su propio partido desde que salió a la luz la trama de las cuentas secretas de la CDU y las donaciones privadas durante su mandato, sino también en si participaría el ministro de finanzas alemán o no. Wolfgang Schäuble, aunque a una distancia prudencial del homenajeado, en concreto doce sitios, acudió al acto en honor del que fue su mentor y posteriormente su demonio.

Etapa oscura

Schäuble y Kohl no se hablan desde que en 1999 saliera a la luz el escándalo de financiación irregular. Hoy en día sigue sin aclararse la procedencia de alrededor de 10 millones de marcos alemanes (aproximadamente 5 millones de euros) entre 1989 y 1992. Una etapa que la propia canciller alemana Angela Merkel recuerda como «la peor crisis de la CDU», que le costó el puesto de presidente de honor a Helmut Kohl en la CDU en el año 2000 y que truncó las aspiraciones políticas de Schäuble, su delfín en aquella época.

Sin embargo, parece que su ostracismo político quedó en el olvido esta semana. Helmut Kohl acudió por primera vez en diez años a un acto del grupo parlamentario conservador el pasado martes, donde se encontraban todos los políticos cristianodemócratas a excepción del ministro de finanzas, que se encontraba en Finlandia. Igualmente, Kohl no acudió el miércoles a la celebración del 70º cumpleaños de Schäuble en un teatro de Berlín.

Sin embargo, ayer se homenajeaba en la capital germana al que fue durante 16 años canciller de Alemania y un cuarto de siglo presidente de la CDU, pero sobre todo, su papel en la reunificación alemana y en la creación de la Unión Europea y del euro. Frases como «no estáis solos, nosotros estamos de vuestro lado. Somos y seguiremos siendo una nación a la que pertenecemos todos unidos», pronunciada el 10 de noviembre de 1989, un día después de la caída del Muro de Berlín, permanecen en la memoria. Ningún alemán podrá olvidar nunca su papel en la reunificación alemana que lo coronó en lo más alto el 3 de octubre de 1990 cuando se celebró la reunificación alemana ante el Reichstag, sede del parlamento alemán.