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Monti abre la posibilidad de repetir como primer ministro de Italia

Con Berlusconi hundido en los sondeos y la izquierda dividida, el mandatario estaría dispuesto a «servir al país» si se lo piden

ROMA. Actualizado: Guardar
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La pregunta que más veces le han hecho al primer ministro italiano, Mario Monti, desde que se puso al frente de un Gobierno técnico en noviembre de 2011, tras la caída de Silvio Berlusconi, es si pensaba presentarse luego a las elecciones. Siempre lo ha negado, una docena de veces, con aire de fuerte alergia a las ambiciones políticas. La última, anteayer, convertida en presunta noticia solo porque lo dijo en la CNN. Esta negativa firme servía para tranquilizar a los partidos italianos, cuya popularidad cae en picado, ante la posibilidad de que irrumpiera en la barraca llevándose sus votos. Sin embargo, ayer, por primera vez, abrió por sorpresa la puerta a repetir en el cargo. Sigue insistiendo en que no se presentará a los comicios, que si no se anticipan serán en abril, pero hablando en el Council of Foreign Relations de Nueva York puntualizó que «bajo especiales circunstancias» y si se lo piden, estaría dispuesto a «servir al país» y ser de nuevo primer ministro.

Monti está hablando de un escenario muy particular, de un panorama inestable o de división política tras las elecciones, o de un acuerdo entre partidos para proponerle el puesto. Pero no es un comentario inocente, dada la situación de confusión que reina en Italia en este momento, y puede influir en las estrategias electorales, pues está oficialmente disponible como comodín. En Italia no se sabe aún con qué sistema se va a votar, porque llevan meses debatiendo cómo cambiar el nefasto invento vigente ideado por Berlusconi, y ninguno de los dos grandes partidos tiene un candidato claro, tampoco se conocen las alianzas y acecha la sorpresa del movimiento antipolítico del cómico Beppe Grillo, en fuerte ascenso por la creciente aversión popular a la clase política tradicional.

Con Berlusconi hundido en los sondeos y que aún no aclara si se presentará, la derecha está sin candidado y al borde de la desintegración. En la izquierda se comen vivos ante unas primarias que enfrentan a la vieja guardia y a la única revelación realmente joven en décadas, el alcalde de Florencia, Matteo Renzi, de 37 años. En un escenario incierto seguir con Monti es una opción a considerar. Es más, el primer ministro está lanzando una señal tranquilizadora a los mercados y a la comunidad internacional, cuyo último deseo es encontrarse en abril con Italia patas arriba. Si hace falta, él seguirá.