Fernando Torres marca el 3-0 ante el portero italiano Buffon. :: EFE
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El modelo español marca tendencia en la pasarela

Los éxitos del 'tiqui taca' animan a otros equipos a especular menos y jugar másJordi Alba fue la gran aparición de un torneo que no dejó nuevas estrellas europeas

KIEV. Actualizado: Guardar
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Salvo Jordi Alba, el jugador revelación del torneo por su enorme protagonismo en la selección campeona, la Eurocopa 2012 cerró el telón sin grandes futbolistas emergentes pero con el 'tiqui taca' como modelo que marca tendencia en la pasarela continental. No se vio un fútbol extraordinario pero tampoco fue un torneo de fútbol especulativo y resultado tan lamentable como el que coronó a la mezquina Grecia en Portugal 2004. Por suerte, triunfó la apuesta del ataque.

Italia, desnudada en la final por la mejor España del torneo, se declaró ferviente admiradora de la filosofía de 'La Roja'. Un ejemplo para marcar su hoja de ruta. Buffon, el gran capitán, y Cesare Prandelli, confesaron su admiración por el método español. El técnico de Brescia cambió el espíritu de los transalpinos, abominó del 'catenaccio', jugó con rombo en el centro del campo y con dos delanteros.

Pese a la devastadora goleada final, la 'Nazionale' fue la revelación. Su enorme triunfo en semifinales ante Alemania, con dos golazos de un Balotelli más asentado, fue la mayor sorpresa. Regresó un buen Cassano, tras superar una dolencia cardiaca, y Pirlo aún impartió lecciones magistrales como mediocentro. Sus lágrimas tras la final son signo de despedida. Punto final en un torneo de ilustres como el ucraniano Shevchenko, los alemanes Klose y seguramente Podolski, el griego Karagounis y quizá el inglés Gerrard. Xavi se perfila como la gran incógnita de España de cara a Brasil 2014.

Pese a que ganó todos sus partidos en el 'grupo de la muerte', donde dejó la impronta de bloque imparable, Alemania ya suma 16 años sin alzar un título. Un fracaso para la locomotora europea. Se esperaba más de la 'Mannschaft' tras ser finalista en Viena y semifinalista en el Mundial. Pero su zaga no dio la talla y Joachim Löw, quedó en entredicho. Otro técnico que, pese a la derrota, ha tratado de cambiar el juego machacón de los teutones y dotarlo de un perfil sin tantas aristas, bautizado, en una traducción libre, como el 'tiqui taquen'. Participaron muy poco, pero los extremos Reus y Schürrle tienen muy buena pinta. En el 'derbi del dinero' ante Grecia, aportaron movilidad y dinamismo a los germanos.

Con Paulo Bento, Portugal también fue una selección más vistosa que bajo la tutela de Carlos Queiroz. Apostó por un juego más ofensivo, superó el 'grupo de la muerte' y solo fue frenada por España en los penaltis. Bien pudo ser una final anticipada. Cristiano Ronaldo sigue sin alzar un título con las 'Quinas', pero disfrutó de momentos de gloria con sus goles ante Holanda y la República Checa. Ramos, Piqué y compañía le frenaron y se lamentó al caer en Donetsk al grito de «¡Qué injusticia!». Pero hizo dos partidos soberbios tras recibir grandes críticas por errar goles cantados frente a alemanes y daneses. No remató la faena pero dio un paso más para recuperar el Balón de Oro que Messi le arrebató en los tres últimos años.

'Pichichi'

Los grandes goleadores no estuvieron a la altura. 'Pichichi' para Fernando Torres, por la ratio de goles y minutos jugados, pero igualado a solo tres dianas con Balotelli, Cristiano, el croata Mandzukic, Dzagoev y un Mario Gómez que no respondió a las expectativas. El 'Niño' arrancó mal pero su golazo ante Irlanda y el tanto en la final le devolvieron por donde solía antes de aterrizar en el Chelsea.

Hablar de artilleros conduce al fracaso sin paliativos de Holanda. Fin de trayecto de Van Marwijk en el banquillo tulipán. Nada que ver este equipo ramplón con la selección finalista en Johannesburgo. Los Sneijder, Robben y compañía estuvieron calamitosos. Llegaron como máximos artilleros de la 'Premier' y de la Bundesliga, pero Van Persie y Huntelaar pasaron con mucha pena y ninguna gloria.

Laurent Blanc también deja su puesto al frente de los 'Blues'. Había mejorado el ambiente interno tras aquel motín de Sudáfrica contra Domenech. Superó la primera fase de forma discreta pero Francia fue humillada por España. Complejo de inferioridad y rendición de antemano. Si las prestaciones de Blanc han sido mediocres, la puesta en escena de la generación del 87, con Benzema al frente, fue calamitosa.

Inglaterra, ni chicha ni 'limoná'. Se presentó tras un sinfín de problemas, con Rooney sancionado y un técnico, Roy Hodgson, elegido por descarte. Los 'Pross' superaron la primera fase, pero llegados al primer cruce, emprendieron el camino de regreso a casa. De nuevo, en esta ocasión frente a los 'azzurri', los penaltis fueron su maldición. El golazo de tacón de Welbeck a Suecia, fue de lo mejor de un torneo que dejó para las videotecas las penas máximas de Pirlo y Ramos a lo Panenka.

Rusia, que enamoró hace cuatro años hasta ser goleada por España, no dio la talla. Era la favorita en el grupo más fácil y se marchó a casa al perder con Grecia. Dick Advocaat fracasó y con él jugadores como Arshavin, camino de ser la eterna promesa. Enorme calidad innata pero preocupante irregularidad.

Decepción de los anfitriones. Para los polacos la eliminación en primera fase sin ganar un partido fue un desastre nacional. Más al este, decepcionaron los ucranianos. A expensas del desgastado 'Sheva', les queda el consuelo del triunfo ante los checos.

El certamen se recordará por el partido del 'fair play' que protagonizaron España y Croacia en Gdansk y que mantuvo con vida a Italia, entonces agonizante. Los balcánicos cayeron con dignidad y Mandzukic, delantero, como jugador destacado. Y los irlandeses solo dieron que hablar por su magnífica afición.