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Un bloque con recorrido

España tiene cimientos sólidos para prolongar su idilio hasta el Mundial de Brasil; Xavi, el veterano cerebro de 'La Roja', quiere llegar a esa cita como sea

KIEV. Actualizado: Guardar
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Fue Luis Aragonés quien en la Eurocopa de Austria y Suiza convirtió a Xavi Hernández en el director de orquesta de España. Le cedió la batuta y entregó después a sus compañeros la partitura que debían interpretar a las órdenes del centrocampista del Barça. Asegurar que el éxito de la selección en el último cuatrienio obedece únicamente a ese gesto sería pecar de reduccionismo, pero no es exagerado asegurar que el futbolista catalán, apadrinado después sin titubeos por Vicente del Bosque, aglutina en su estilo de juego y en su carácter el renovado espíritu de 'La Roja'. El alma permanece inmaculada y la idea es que vuele hasta el Mundial de Brasil de 2014. El bloque tiene cimientos sólidos, el técnico de Salamanca ha firmado su renovación -no es una casualidad que lo haya hecho en plena Eurocopa- y el jugador de Terrassa, el veterano cerebro del grupo de 32 años, quiere llegar a esa cita como sea antes de replantearse su porvenir.

Han pasado muchas cosas desde entonces. La conjura contra la maldición de cuartos en la tanda de penaltis ante Italia, el gol de Fernando Torres en la final de Viena contra Alemania, la derrota frente a Suiza en el debut en el Mundial de Sudáfrica, al que la selección llegaba como máxima favorita, la espectacular recuperación posterior y el tanto de Iniesta en la prórroga con Holanda. Resumir las sensaciones de tantos duelos es imposible, la presión, los nervios, las alegrías, las preocupaciones, las tensiones entre los internacionales del Real Madrid y del Barcelona, pero hay un denominador común que ha prevalecido por encima de diagnósticos tácticos y sentimientos personales: España siempre ha sido fiel a su estilo, con los altibajos propios de cualquier plantilla a la hora de plasmarlo en el terreno de juego. Quizás en esta convicción a prueba de bombas para preservar su esencia resida el verdadero secreto del éxito colectivo.

Las señas de identidad de 'La Roja', las que le han permitido hacerse un sitio en el olimpo futbolístico son, han sido y serán las mismas que sorprendieron y encandilaron a los aficionados en la cita continental de 2008, primero, y en Sudáfrica, después. La transición en el banquillo tras aquella Eurocopa fue natural, sin traumas, y aunque hay internacionales que ya no están al haber cumplido una etapa, el bloque central sobre el que ha recaído la máxima responsabilidad se mantiene intacto y, lo que es más importante, aún tiene recorrido. Todos han aportado su granito de arena, pero es innegable que hay jugadores que marcan la diferencia por sus cualidades en el campo y también por su carácter fuera de los estadios. Los capitanes, Xavi Hernández e Iker Casillas, aglutinan el sentir de la mayoría, pero surgen otros nombres como los de Sergio Ramos, Gerard Piqué, Xabi Alonso, Andrés Iniesta... Los principales actores de la película.

Hay un grupo permeable y bien estructurado que en los meses venideros deberá sin embargo abrir los poros para acoger a nuevos miembros y establecer un reinventado equilibrio entre juventud y veteranía. La selección está en plena forma, pero es ley de vida que el entrenador busque alternativas para el día de mañana en determinados puestos que puedan necesitar algo de aire fresco. Renovarse, al menos en parte, o morir. De hecho, la concentración previa a la Eurocopa en Austria y Suiza, en la que no estuvieron presentes los futbolistas del Barcelona, el Athletic y el Chelsea por sus compromisos en el tramo final de la temporada, funcionó como un banco de pruebas para que Del Bosque pudiese testar a las próximas generaciones. Su diagnóstico no ha podido resultar más positivo. El propio Casillas subrayó la víspera de la final que el estilo de 'La Roja' está asegurado por la forma de jugar de quienes llegan por detrás.

El seleccionador es enemigo de las transiciones bruscas. Prefiere armar un núcleo sólido e ir aderezándolo con diferentes salsas poco a poco, para no perder el sabor original. La portería está bien guardada con tres guardametas de renombre internacional que son la envidia del resto de selecciones. Quizás Pepe Reina, del Liverpool, es el que podría ver peligrar su actual estatus. La defensa parece inamovible. El técnico salmantino tiene plena confianza en el discutido Arbeloa, que ha firmado un torneo irregular a pesar de frenar con oficio a su compañero en el Madrid Cristiano Ronaldo en semifinales, y en Jordi Alba, sin duda el gran descubrimiento en Polonia y Ucrania. El ya futbolista del Barça empezó temeroso, titubeante, con nervios, pero ha cogido confianza con el transcurrir de los partidos hasta convertirse en insustituible. Es una excelente noticia para el cuerpo técnico, que tiene un lateral izquierdo para rato.

Ramos y Piqué, la pareja de centrales estrenada en la Eurocopa, ha demostrado una compenetración inusual en dos jugadores que prácticamente acababan de conocerse en el eje de la defensa. Poderosos en el juego aéreo y saneados en la salida del balón, sobre todo en el caso del catalán, se han conocido día a día hasta sincronizarse a la perfección. Su entendimiento es fundamental para la selección porque, a sus 34 años, Carles Puyol, autor del gol a la salida de un córner ante Alemania que metió a España en la final de Sudáfrica, se ha perdido la cita continental por una lesión y prácticamente ha dicho adiós a futuras internacionalidades. Aunque la imagen exterior de 'La Roja' es la del toque maestro y el último pase imposible, lo cierto es que gran parte de su éxito hay que buscarlo en la defensa. Casi siempre se destaca la creación como uno de sus puntos fuertes y se deja a un lado la destrucción, una de las bases de su solidez.

El centro del campo es el mejor del mundo. Con la duda de si llegará o no al Mundial, Xavi Hernández es el eje de una línea magistral dibujada por Xabi Alonso, Busquets, Iniesta, Silva y el polivalente Cesc Fábregas. El tolosarra y su compañero en el pivote son a día de hoy inamovibles en los planes de Del Bosque. Han completado una Eurocopa magnífica. Funcionan como un reloj y su disciplina posicional permite arriesgar al resto, que sabe que tiene las espaldas bien cubiertas en todo momento. Con Iniesta ocurre lo mismo. Salvo problemas físicos, a los que el manchego es proclive, marca la diferencia y añade un plus de creatividad que obliga a las defensas a dar siempre un paso atrás cuando conduce el balón. Pese a sus dos goles en el torneo, Silva es quizás el que no ha rendido al nivel esperado, probablemente porque en 'La Roja' asume roles defensivos en el inicio de la presión al enemigo que no desempeña en el Manchester City.

Cesc ha jugado en Polonia y Ucrania como falso delantero, una demarcación en la que se siente cómodo pero que nunca hubiera ocupado si Villa, el máximo goleador de la selección, se hubiera recuperado de su grave lesión. El asturiano es fundamental en este equipo, sobre todo porque en la cita continental se ha comprobado que el técnico salmantino no ha llegado a tener una confianza plena en sus tres arietes puros: Fernando Torres, Negredo y Llorente, por orden de protagonismo. Es por tanto en la faceta ofensiva donde se puede producir un mayor baile de futbolistas antes del Mundial brasileño. Los recambios de España también son de lujo -podría hacerse otro equipo con ellos- y su juventud asegura el porvenir: Navas, Pedro, Cazorla, Javi Martínez... Todos han asumido las esencias de una selección que camina ya con paso firme con la mirada puesta en el gran torneo sudamericano. Sin duda, volverá a ser favorita.