Sharapova se saca una espina y gana su primer Roland Garros

La rusa María Sharapova conquistó ayer su primer título de Roland Garros al derrotar en la final a la italiana Sara Errani por 6-3 y 6-2 en una hora y media de partido. Sharapova, que a partir de mañana volverá al número uno del mundo después de cuatro años, solo había llegado dos veces a las semifinales del torneo parisino, en 2007 y 2011. Sin embargo, a la tercera fue la vencida y logró así el único título de 'Grand Slam' que le faltaba en su palmarés, sacándose una vieja espina en su aún joven carrera y convirtiéndose en la sexta tenista que se adjudica los cuatro 'grandes'. Ya ganó Wimbledon en 2004, el US Open en 2006 y el Open de Australia en 2008.

«Quiero agradecer a todos por su apoyo en este maravilloso torneo», dijo Sharapova en francés. «Quiero felicitar a Sara por su torneo. Tuvo una quincena formidable. Fue nuestro primer partido. Espero que haya más... Muchas gracias a todo mi equipo y, sobre todo, a mi padre y mi madre, que son mi motivación», declaró tras recibir el trofeo Suzanne Lenglen de manos del presidente de la Federación Francesa de Tenis, Jean Gachassin, y la exjugadora de origen balcánico nacionalizada estadounidene, Mónica Seles.

Sara Errani, de 25 años, es una 'outsider' con muy buena técnica, formada en la tierra batida valenciana y dirigida por el español Pablo Lozano. Sin embargo, la boloñesa es una jugadora pequeña (1,64 metros y 60 kilos), mientras que la espigada rubia nacida en Siberia le saca 24 centímetros de estatura (1,88 m y 59 kg). Tras felicitar a su rival, la italiana destacó: «Agradezco a todos los que hicieron posible este torneo, y a quienes gracias a ellos soy quien soy. No me siento una 'top-ten', pero espero serlo pronto. Eso sí, espero que mi vida no cambie. Quiero seguir siendo la misma».

El encuentro entre estas dos jugadoras, que nunca antes se habían enfrentado en el circuito, comenzó con un 'break' de la rusa en el segundo juego y, con su saque, se puso rápidamente 3-0 arriba, desplegando toda la potencia de su drive, para lograr la ruptura de nuevo para 4-0. En el quinto juego, la italiana conectó algunos buenos golpes y, ayudada por algunos saques defectuosos de su rival, puso algo de emoción en una manga que hasta entonces era un monólogo de Sharapova. Sin embargo, en el séptimo juego, la rusa comenzó a colocar bolas anguladas y se lo llevó en blanco (5-2). Cuando parecía que la italiana perdería su saque en el noveno juego, salvó el 'break' (5-3), y su rival cerraría el set por 6-3.

La segunda manga comenzó con una nueva ruptura a favor de Sharapova. La rusa logró ponerse rápidamente 4-1 y, con su saque, cerró al final por 6-2 tras una hora y 29 minutos de intercambios, con su primera bola de partido.