Sociedad

Un nuevo camino hacia la cumbre de la montaña

Los laboratorios se centran en la creación de medicamentos menos tóxicos para los portadores del VIH, sin descartar una vacuna Un descubrimiento español abre la posibilidad de crear una nueva gama de antirretrovirales para tratar el sida

MADRID. Actualizado: Guardar
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La lucha contra el sida es una pelea larga, muy larga, con escasas alegrías (por el momento) y enormes decepciones. Comenzó hace tres décadas y las victorias de la ciencia han permitido descender la mortandad VIH de los portadores del virus, mejorar su calidad de vida y darles más esperanza. Pero el verdadero tesoro, la joya de la corona que es la vacuna, todavía se resiste a los científicos de medio mundo. Un sueño que se coloca en el umbral de los 20 años para que pueda ser una realidad. Mientras tanto, los laboratorios se centran en buscar otras vías para intentar llegar a la meta, otros caminos para hollar la cumbre de la montaña.

Un equipo liderado por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa de Badalona, en el que han participado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y ha contado con la colaboración de la Universidad de Heidelberg (Alemania) halló la molécula responsable de la entrada del VIH en las células dentríticas, las cuales forman parte del sistema inmunitario. Actúan como un caballo de Troya en la propagación del virus por el organismo, según se recoge en el trabajo publicado por PLoS Biology. El hallazgo es muy importante porque «abre una estrategia diferente para crear nuevos antirretrovirales», apunta Fina Casas, investigadora del CSIC en el Instituto de Química Avanzada de Cataluña.

Como otros virus, el del sida va amoldándose a las circunstancias que le rodean. «Es como el virus de la gripe. Muta y hay que hacer algo diferente», explica la investigadora. El trabajo se ha centrado en la identificación de los gangiósidos, formadas por un ácido siálico unido a un azúcar que, a su vez, está anclado a un lípido. Este tipo de moléculas se encuentran en gran número en las membranas de las células nerviosas y se convierten en la puerta de entrada del VIH. «Lo que tenemos que evitar es que crucen esa puerta, antes de que el virus entre», indica Casas. El virus se aprovecha de estas células dendríticas para luego atacar al resto del organismo.

Este descubrimiento permite abrir un nuevo camino para los antirretrovirales. «Se puede crear una nueva familia de fármacos a partir de este descubrimiento y no desde las proteínas como hasta ahora», señala Nuria Izquierdo del IrsiCaixa, que pide mucha prudencia ante estos «pequeños pero importantes pasos» en la lucha contra el sida. «Para descubrir los fármacos falta mucho tiempo de investigación. Hay que probar primero la toxicidad. Y desde ahora hasta los primeros ensayos pueden pasar entre 8 y 15 años», explica. La toxicidad de este tipo de medicamentos en el enfermo es una de las cosas que también preocupa mucho a los colectivos que atienden a los portadores de VIH. «El siguiente paso, el más factible, es que un enfermo pueda tomar entre dos o tres pastillas a la semana en vez de dos o tres pastillas al día», apunta Udiarraga García, presidenta de la plataforma Cesida, que aglutina a numerosas organizaciones.

Futuro incierto

Cuando se le pregunta a García por la vacuna, sonríe. «De momento es una utopía. De momento», añade. Calcula, al igual que las dos investigadoras, que es casi imposible que haya alguna antes de dos décadas. Su sueño es que se encuentre una vacuna preventiva, que se pinche a la población como la del papiloma humano o la gripe. Pero la realidad de los datos la coloca otra vez en la realidad. «Nos falta mucha información y mucho trabajo para entender cómo afecta el virus a nuestro organismo», añade Izquierdo.

Pero a pesar de los avances en las investigaciones científicas y que hay un futuro bastante claro para que los profesionales españoles continúen por esta senda, los recortes se han convertido en un problema que puede cercenar los proyectos destinados a combatir el sida. Desde la probeta hasta la atención más cercana al enfermo. Juan Ramón Barrios, de la Asociación para las Personas Afectadas por el VIH de Zaragoza, está convencido de que la falta de fondos va a influir en los diferentes programas de prevención y de concienciación que desarrollan estas plataformas por toda España, como por ejemplo las charlas que portadores del virus dan en ocho hospitales repartidos por el país. «Cuentan sus propias experiencias a personas que están allí. Son cosas que hacemos las ONG que ahora no sabemos si podremos hacer», explica Barrios, quien además destaca la labor de todas estas organizaciones que están «día a día» con los enfermos.

Además, tiene claro que sin el dinero necesario, como el que le «han cortado» al Plan Nacional sobre el Sida, los casos van a aumentar de los 3.500 nuevos casos al año en España. Los laboratorios también esperan que los políticos atiendan a razones y se den cuenta que de recortar el 25% de las subvenciones públicas es un «desastre» para la ciencia española. «La investigación básica es fundamental. Que lo sepan, que se den cuenta», señala Casas.