Iñaki Urdangarin se sube a su coche en un receso de su declaración ante el juez. :: ISAAC BUJ / EFE
ESPAÑA

El negocio del ciclismo y de nuevo el «robo» de Torres al duque de Palma

Declararán también el intermediario con el equipo Banesto y el empresario que reveló las luchas intestinas

PALMA DE MALLORCA. Actualizado: Guardar
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Además de Mario Sorribas, dos nombres destacan en el cartel de imputados que serán interrogados hoy y mañana en los juzgados de Palma, Juan Pablo Molinero y Miguel Zorío.

La declaración del primero se presenta clave para conocer la fórmula con la que Iñaki Urdangarin medió en 2004 para que el entonces equipo ciclista Banesto pasara a llamarse Illes Balears y recibiera una lluvia de 18 millones de dinero público en tres años. Según la investigación, el marido de la infanta habría solicitado 300.000 euros.

Ante el juez, Urdangarin se desvinculó de la tramitación de ese expediente, y señaló directamente a su exsocio Diego Torres como responsable, y a Juan Pablo Molinero como empleado, de Nóos Consultoría Estratégica. Molinero en una entrevista anterior al estallido del escándalo ya reconoció que él fue una pieza clave en el contrato ciclista. «Yo soy amigo de Eusebio (Unzúe) desde 2003 y cuando tras 14 años acaba el patrocinio del equipo por parte de Banesto había que buscar patrocinador. Conseguimos el Gobierno de Illes Balears como patrocinador del equipo ciclista y eso justo coincide con mi salida de Price (otra consultora deportiva) y mi llegada a Nóos», apuntó el intermediario.

La declaración de Zorío puede ser asimismo jugosa para repasar la historia de Nóos. Es dueño de Lobby Comunicación y trabajó con Urdangarin y Torres a partir de 2004, cuando llevó la comunicación del Valencia Summit. Contrató para el Instituto Nóos la elaboración del proyecto sobre los Juegos Europeos en Valencia, que jamás llegó a celebrarse y por el que Urdangarin se embolsó más de 300.000 euros.

Zorío, además, reveló que el duque le había confesado haber roto con Torres porque le «robaba», mientas que el socio, por su parte, acusaba a Urdangarin de no trabajar demasiado.