Hasta luego, garrapateros

«Los Delinqüentes se separan. Hoy es un día triste en el mundo garrapatero». Esta es solo una de las reacciones que se pudieron leer en las redes sociales cuando la noticia empezó a circular por internet a mediodía de ayer. Entre los seguidores más acérrimos hubo quien ya lo barruntaba y a quien le cogió totalmente desprevenido. Sea como sea, lo cierto es que Marcos del Ojo y Diego Pozo, han cerrado una etapa de su vida profesional y el año sabático que querían tomarse será por separado y sin límite.

La noticia llegaba a través de un comunicado oficial hecho público en su página web. En el escrito, el dúo hace gala de su buen humor habitual para anunciar un «hasta luego», que no un adiós. Hablan de «descanso», de una «siesta andaluza que provoca la flama en el carril de estos diez años» e insisten en que no es un adiós definitivo.

La separación del dúo -que nació como trío junto al desaparecido Migue Benítez y que revolucionó el panorama musical con su descaro- se produce justo a los diez años de su primer disco. Hace solo cuatro meses que salió a la venta una edición especial de 'El sentimiento garrapatero que nos traen las flores', el trabajo discográfico con el que inauguraron su exitosa trayectoria. La publicación del volumen, que incluye un dos CDs, un DVD y un libreto de 44 páginas (siguiendo la estela de 'Matajare', trabajo editado póstumamente de Benítez), ha motivado una minigira que los ha llevado por varias ciudades españolas recordando sus primeros éxitos.

Y ha resultado ser una despedida o, al menos, un hasta luego, como ellos mismos dicen en su escrito. Ellos mismos se planteaban públicamente durante la promoción que ahora tocaba un descanso pero aún sin decidir en qué términos: si durante un tiempo concreto o sin fecha de vuelta. «Hay que tener en cuenta que han estado diez años sin parar. Mientras hacían gira, estaban a la vez con G5 y con Tomasito», explicó ayer el productor Manu Benítez.

Buena relación

El motivo de su decisión «sin malos rollos», es el deseo de «experimentar el vértigo de la individualidad», «investigar por separado otros caminos». Pretenden «cada uno por senderos diferentes, presentaros nuevos proyectos de trabajo y con la ilusión del primer día», le dicen a sus seguidores.

Lo que sí queda muy abierto, para consuelo de sus miles de seguidores de toda España, es la posibilidad de volver a subirse juntos a un escenario. Recalcan que es «una pequeña parada de Los Delinqüentes como grupo». Ni El Canijo ni El Ratón han mencionado qué harán a partir de ahora, si fundarán un nuevo grupo junto a otras compañías, si emprenderán carreras totalmente en solitario o si, de momento, se dedicarán a profundizar cada uno en sus estilos en la soledad de sus estudios. De hecho, existe la opinión de que ya llevaban bastante tiempo dirigiendo sus pasos hacia direcciones diferentes o que incluso ellos mismos tenían la conciencia de que la fórmula garrapatera, a pesar del éxito, se estaba empezando a agotar.

Diego Pozo sigue en contacto con los miembros de Palocortao y durante estos diez años ha colaborado y ha participado como productor musical junto a otros artistas mientras que Marcos del Ojo ha estado dedicado casi exclusivamente a Los Delinqüentes. Es precisamente El Canijo el que está inmerso en un proyecto personal con el que «está entusiasmado», aseguró Benítez.

Juntos o por separado, el sentimiento garrapatero sigue ahí.