IU denuncia que la empresa pública Chiclana Natural invirtió en 2010 un millón en Bolsa

La portavoz del Grupo Municipal de Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía de Chiclana y coordinadora local de la formación, Ana Rodríguez, criticó ayer que la empresa municipal de medio ambiente, Chiclana Natural, haya invertido en Bolsa.

La concejala asegura que «es vergonzante que una empresa municipal como es Chiclana Natural se gestione como una empresa privada», y pone como ejemplo la «inadmisible inversión de un millón de euros en el año 2010», último ejercicio cuyas cuentas están cerradas.

Para Rodríguez «no se puede consentir que una empresa pública invierta en Bolsa con dinero de los impuestos de todos los chiclaneros. Y para colmo que pierda gran parte de la cantidad invertida», sentencia la edil.

La titular de IU considera además que los gastos en publicidad o merchandising son «completamente innecesarios en una empresa pública que además debe darse a conocer únicamente con los recibos del agua y la basura», apunta.

Además, la portavoz de esta formación en la ciudad considera que «celebrarán su 25 aniversario en 2012 mientras se tiene a los trabajadores asustados con que la empresa va mal».

Para Ana Rodríguez el concejal de Medio Ambiente y primer teniente de alcalde, Nicolás Aragón, «pasa más tiempo en su despacho de la Mancomunidad de la Bahía que en el del Ayuntamiento, y está teniendo una actitud de pasar olímpicamente de la delegación, de no tomar decisiones serias», añade la concejala. Rodríguez recuerda que el 80% de los servicios que debe prestar Chiclana Natural al municipio «están en manos privadas», lo que le lleva a pedir «un cambio de rumbo. Desde IU se insiste en la necesidad de «municipalizar algunos servicios que Chiclana Natural tiene privatizados y que pueden ser prestados por el personal de la casa».

Se da la circunstancia de que Chiclana Natural cuenta con déficit en algunos de los servicios que presta, caso de la recogida de basuras. Los presupuestos del último ejercicio superaron los 32 millones de euros, y los ingresos fueron menores de lo esperado. La empresa dejó atrás los alquileres y se trasladó a una flamante sede en 2010, hecho que fue muy criticado por la oposición pero se defendió como una medida de ahorro y operatividad a largo plazo.