Editorial

Ataque a la libertad de Prensa

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Las amenazas que los 'okupas' de Valcárcel profirieron ayer contra los periodistas de LA VOZ que cubrían el desalojo del edificio por la Policía no pueden quedar como un incidente menor o sin importancia. Los profesionales de esta casa fueron insultados gravemente, coaccionados en el libre ejercicio de su trabajo y hasta amenazados con ser agredidos en el futuro. Es intolerable que en la ciudad que fue cuna de la libertad de Prensa se den estas conductas que intentan impedir el derecho a la información. Nos sentimos obligados no sólo a condenarlas, sino a advertir a la sociedad y las autoridades acerca de ellas para evitar que se propaguen. La actitud de la Policía impidió que tuviéramos que lamentar daños. Sin duda no es más que un grupo aislado el que exhibe esta agresividad, pero eso no lo hace menos grave. Los lectores de LA VOZ y lavozdigital.es, pese a todo, han tenido y tendrán cumplida información de cuanto ocurra, en este y en otros asuntos. No nos callarán, pero tampoco hay razón alguna que justifique tener que realizar el trabajo periodístico en estas condiciones de violencia y coacción, que también se extendieron a otros profesionales presentes.