La familia de Alan Gross pide al Gobierno de Cuba la liberación del contratista de EE UU

La familia del estadounidense Alan Gross, quien cumplió este mes dos de los quince años de prisión a los que fue condenado por «actos contra la independencia e integridad territorial del Estado», pidió «compasión» a Raúl Castro. La nueva apelación se produjo luego de que el presidente cubano concediera 2.900 indultos, entre ellos 86 extranjeros presos, pero no a Gross.

Su esposa Judy criticó en un comunicado que las autoridades comunistas dejaran «pasar una vez más la oportunidad de liberar a Alan por razones humanitarias», lo cual es «devastador». «Nuestra familia tiene el corazón roto». La mujer, que ha visitado a su esposo en varias ocasiones, afirma que él ha perdido 45 kilos y padece depresión. Igualmente, recuerda que tanto la madre como la hija de su esposo están enfermas.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba negó la posibilidad de conceder la liberación de Gross porque su caso es hoy día uno de los principales escollos en la normalización de relaciones bilaterales, rotas desde comienzos de los años 60. El otro, para la parte cubana, es la situación de 'Los Cinco', los agentes condenados en 1998 a largas penas de prisión, incluyendo cadenas perpetuas, por infiltrarse en redes anticastristas de Miami.

Cuba acusó a Gross, subcontratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid), de intentar introducir equipos de comunicación por satétile destinados a la disidencia interna. El hombre, de 62 años, insiste en que estaban destinados a ayudar a la comunidad judía que todavía queda en la isla.