La Policía traslada esposado a un presunto integrante de la banda ultra. :: WOLFGANG RATTAY / REUTERS
MUNDO

La sospecha de la protección policial atenaza Alemania

La teoría de que un grupo neonazi pudo haber recibido ayuda oficial cobra fuerza por las incongruencias de la investigación

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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El descubrimiento de la banda terrorista neonazi Movimiento Clandestino Nacional Socialista, que durante más de una década perpetró más de una docena de robos bancarios y asesino a por lo menos diez personas, además de enfrentar a la nación al fantasma del terrorismo neonazi, está generando una peligrosa avalancha de interrogantes que aún no encuentran respuestas adecuadas de parte de las autoridades.

La pregunta que más inquieta a Berlín y a la población está relacionada con la posibilidad de que la sección regional de la Agencia Federal de Protección de la Constitución (BfV) de Turingia, un organismo cuya función es luchar contra los grupos que puedan poner en peligro el orden público, podría haber protegido al trío asesino durante su orgía de terror que llegó a su fin el 4 de noviembre en las ciudades de Eisenach y Zwickau.

La teoría de la conspiración, a falta de respuestas concretas de las autoridades, ha seguido creciendo y ahora la prensa se pregunta si las pruebas que fueron encontradas entre los escombros de una vivienda en Zwickau, entre ellas cuatro sobres que contenían sendos DVD y documentos de identidad, fueron depositadas a propósito por terceras personas entre los escombros.

Los cuatro sobres que contenían los DVD y que estaban dirigidos a centros culturales islámicos tendrían que haber quedado convertidos en cenizas a causa del fuego que destruyó la vivienda. Pero las autoridades afirman que los sobres fueron encontrados intactos entre los escombros.

Según 'Spiegel Online', el portal electrónico del semanario, los sobres podrían haber sido entregados a las autoridades por Beate Zschäpe, la mujer que incendió la vivienda y que vivió de forma clandestina durante 14 años. La fémina se entregó a la Policía el 8 de noviembre y, dos días mas tarde, una copia de los famosos DVD llego a manos del partido die Linke (La Izquierda) en Sajonia Anhalt.

'Pequeño Adolf'

El envío podría haber sido realizado por la propia Beate Zschäpe para alertar a la opinión pública, pero varios medios germanos han señalado que la mujer había trabajado como informante de la BfV de Turingia. El periódico 'Bild' aportó ayer una nueva teoría, más digna de una novela negra que de un hecho real. Según el rotativo, los otros dos miembros de la banda, cuyos cadáveres fueron descubiertos el 4 de noviembre en el interior de una caravana destruida por el fuego, no se habrían suicidado. «Uno de los dos hombres murió de un disparo en el pecho, una forma extraña para suicidarse», señala el periódico, que formula otro interrogante que tampoco tiene respuesta. «¿Cómo lograron los dos hombres el vehículo después de suicidarse?».

La teoría que relaciona una estrecha y secreta relación entre la Policía política y la banda terrorista recobró ayer actualidad cuando el periódico conservador 'Frankfurter Allgemeine Zeitung' y el 'Bild' revelaron que un agente del BfV se encontraba en el cibercafé de Kassel donde fue asesinado en 2006 Yassif Yozgat, de 21 años, la última víctima de la banda.

El 'Bild' añadió un poco más de suspense y señaló que el exagente, que era conocido bajo el apodo de 'pequeño Adolf' y cuyo nombre aún se desconoce, había estado cerca de los lugares del crimen en seis de los nueve asesinatos contra extranjeros cometidos por la banda. «Curioso: después de que el agente fue despedido, cesaron los asesinatos de extranjeros», apuntó el periódico.

Las sospechas de que la célula terrorista podría haber recibido ayuda o protección por parte de los servicios secretos de Turingia cobró más fuerza cuando varios medios recordaron que el antiguo responsable de la sección regional de Turingia del BfV, Helmut Röwer, había gastado una fortuna para pagar a varios lideres neonazis con el fin de que se convirtieran en agentes infiltrados al servicio del Estado alemán, como Tino Brandt, exlíder del NPD que recibió más de 200.000 marcos (111.000 euros) del BfV.

Con el dinero, el líder neonazi fundo la organización Thüringer Heimatschutz, en la que figuraban como miembros activos sus amigos Beate Zschäpe, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, los tres miembros de la banda neonazi.