EL TRANVÍA

PILAR SÁNCHEZ Y PEDRO PACHECO

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Me gustaría pensar que Pilar Sánchez dice la verdad, que todas las contrataciones que se realizaron mientras fue alcaldesa de Jerez fueron legales y que no se cometió ninguna irregularidad. Lo digo sinceramente. Me gustaría de verdad que fuese así. Y que todos los demás imputados en el conocido como caso de lo asesores fuesen también finalmente exculpados de las acusaciones que pesan sobre ellos. Como lo ha sido el marido de la exalcaldesa, Juan Carlos Jiménez. Otra cuestión son las formas, cómo se hicieron las cosas, el momento elegido y demás. Aunque esto último entra en el terreno de la ética, lo que, en todo caso, solamente permite una condena moral y reproches, pero nada más.

Me gustaría pensar igualmente que Pedro Pacheco tampoco cometió ninguna irregularidad con los dos asesores -o lo que fuesen- que tuvo cuando estaba al frente del área municipal de Urbanismo. En serio, ojalá se demostrase que actuó correctamente y que no hay nada sucio o ilegal en lo que hizo, pese a la tremenda petición de pena que recae sobre él.

Me gustaría que al final se demostrase que tampoco hubo cosas raras en lo del PTA, que las ayudas a dos empresas para que se instalasen en el Parque Tecnológico Agroalimentario de Jerez fueron justas y ajustadas a la ley. Que ninguno de los imputados, que son unos cuantos, entre ellos la misma Pilar Sánchez así como otros que fueron compañeros suyos en el gobierno municipal la pasada legislatura, tampoco metieron la pata. Y que actuaron honestamente.

Me gustaría todo lo dicho porque, más allá de los protagonistas de estas turbias historias, saldrían ganando los jerezanos, la ciudad en su conjunto. A Jerez -y más en la situación tan convulsa en la que vive actualmente- no le viene nada bien estos asuntos. Se quiera o no, manchan su nombre y su reputación.

Pero una cosa es lo que me gustaría y otra muy diferente lo que me temo que va a pasar. Es imposible que todos digan la verdad, básicamente porque muchos protagonistas se contradicen entre sí. Vamos, que alguien miente y, por tanto, resulta imposible que se cumplan todos mis deseos. Me explico. Si Pilar Sánchez dice la verdad en el caso de los asesores, Pacheco está equivocado. Y si éste es realmente inocente en la causa en la que figura como imputado, quien le denunció, Pilar Sánchez, se ha equivocado igualmente.

Hay algo que pasará seguro: en el duro enfrentamiento judicial que protagonizan es imposible el empate. Da la sensación de que lo que está en juego es quién sale derrotado. Pero puede pasar que los dos acaben como perdedores en la contienda. Se antoja poco menos que imposible que a estas alturas, y con todo lo que ya ha pasado, ninguno pueda proclamarse ya ganador. Sería absurdo.