Los patos fuera de su recinto en el parque Almirante Laulhé. :: C. C.
SAN FERNANDO

Los vigilantes en los parques cuestan al año más de 1,2 millones de euros

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Inviable. Las arcas municipales no son capaces de asumir ese gasto, motivo por el que desde Sostenibilidad Ambiental se ha rechazado la idea, pero se ha planteado. La intención era la de colocar un vigilante en cada parque de la ciudad a fin de evitar los destrozos que lastran a estos equipamientos ante la actitud incívica de los vecinos. Sin mebargo, un solo vigilante al año costaría casi 180.000 euros, lo que equivale a 1,2 millones si se suman todas las instalaciones que están en la ciudad y suele ser utilizada por los isleños. De esta manera, este servicio se descarta, aunque el problema persiste.

Así mostró en el pleno municipal del pasado viernes en el que el portavoz del grupo socialista, Fernando López Gil, enumeró las múltiples deficiencias que existen en todos estos equipamientos; bancos y papeleras rotas, pintadas, y falta de mantenimiento. Quizás este último es uno de los más llamativos, ya que no se entiende que se abra un parque para luego dejarlo a la mano de Dios con la esperanza de que no precise más atención. Desde el Área de Desarrollo Sostenbile son conscientes del problema que tienen con la actitud incívica de algunos ciudadanos, pero aseguran que realizan actuaciones para intentar reponer todo el material que se destroza. El sistema con el que se pretende evitar es la colocación de bares con la intención de que los propietarios y la clientela amedrenten a estas personas.