CALLE LARGA

¿SOMOS DEMASIADO EXIGENTES?

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Creo que tenemos que recordar que, por desgracia, la historia de nuestro querido Xerez, no es demasiado brillante. Desde su fundación el 24 de septiembre de 1947, nuestros comienzos en Regional, tuvimos que repetir para ascender a Tercera División, y después muchos años en ese Grupo IV, con un primer ascenso de aquel inolvidable domingo de Feria, en Tánger del que vamos quedando pocos para contarlo, y después ascensos y descensos a Tercera, mucha 2ª B en la que nos quedamos por los pelos a su creación, y que para mí era una Tercera 'camuflada', y así hasta la época que denominamos de Irulegui, en la que creo que comenzamos a hacer historia en Segunda, para culminar con el último y hasta ahora definitivo ascenso de hace mas de una década y tras el que parece ha llegado a consolidarse un para mí privilegiada situación, dentro de la LFP, incluso asomándonos tímidamente a la División de Honor, cosa que muchos y entrañables amigos xerecistas no tuvieron el privilegio de paladear. Estimo que el 50% de los que forman la actual afición, solo han conocido esta época, para mi dorada de nuestro club, y a una gran mayoría de los que conocieron la anterior parece habérseles olvidado. Estoy completamente de acuerdo que en todos los ordenes de la vida debemos de aspirar a mejorar, pero también debemos de agradecer la situación que disfrutamos y saborearla con alegría y espíritu constructivo no olvidando la situación en que han dejado a la entidad unos pocos de advenedizos, que han estado a punto de dar al traste con la misma dejándola muy tocada. No debemos de olvidar que la famosa Ley Concursal, no es ni más ni menos que una forma bonita para no usar las palabras suspensión de pagos, de la que se puede salir o acabar en la aún más nefasta quiebra, en este caso desaparición. Tenemos una travesía del desierto de 5 años como mínimo, en la que deberíamos al menos mantener la categoría y tratar de consolidar la entidad y entonces, solo entonces, aspirar a cotas mayores. Con todo lo expuesto no comprendo el alto grado de exigencia de una gran parte del xerecismo y de los jerezanos en general.