La derrota en el Ciudad de Valencia ante el Levante ha hecho mucho daño en el seno del madridismo por la imagen ofrecida sobre el campo. :: EFE
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El vestuario del Madrid se agrieta

Las explicaciones tras la derrota ante el Levante demuestran que el grupo de españoles ya rechaza la teoría de la conspiración de 'Mou' «No hay tiempo para lamentos», asegura convencido Sergio Ramos

MADRID. Actualizado: Guardar
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La derrota ante el Levante y, sobre todo, las explicaciones, justificaciones y silencios posteriores de los protagonistas, evidencian que el Real Madrid no solo tiene un problema futbolístico sino también de convivencia en el vestuario. La figura de José Mourinho, su política de conmigo o contra mí, divide a sus propios jugadores. Ninguno critica la capacidad técnica del técnico pero el grupo de los españoles ha dado un paso atrás y evita buscar excusas en los árbitros o en las formas empleadas por los rivales.

Consumado el varapalo en el Ciudad de Valencia, de la boca de Iker Casillas y de Xabi Alonso no salió ni un solo pero. Entienden que cuando el club más rico del mundo cae contra un rival con un presupuesto 25 veces menor (500 millones frente a 20), sobran las palabras. Sergio Ramos, el tercer español en un once de mayoría portuguesa, habló pero evitó polemizar sobre la actitud de los jugadores del Levante y señalar culpables individuales. Recordó que en estos campos se ganan y se pierden las Ligas. «No hay tiempo para lamentos sino para seguir trabajando», enfatizó este lunes el sevillano en su Twitter.

La actitud de estos futbolistas contrasta con la de Mourinho, quien acabado el choque se mostró contrariado con el arbitraje y responsabilizó a Khedira de la derrota por caer en la «trampa» granota. Con ironía, felicitó a los levantinistas porque «son listos, saben provocar, simular, no dar el balón y perder tiempo».

Habló de «la parte sucia del fútbol» y se quejó de que el castellano-leonés Turienzo Álvarez no pitase un penalti por mano de Iborra que hubiera supuesto la expulsión del central local.

Los otros porqués

No explicó por qué Özil tardó en entrar al campo, por qué Benzema fue reemplazado en el descanso, por qué prescindió de Marcelo durante la segunda mitad, por qué recurrió a Cristiano Ronaldo si, como se pudo comprobar, no estaba en condiciones físicas, y por qué el intocable Coentrao jugó en el eje del centro del campo, en el lateral y de extremo. Fue un desbarajuste táctico todavía mayor que ante el Getafe, donde un penalti inexistente sobre Cristiano rescató a los blancos, y el Dinamo de Zagreb.

Pepe siguió la doctrina de 'Mou' y apuntó al árbitro. «Tuvo mucha culpa en la derrota. Fue clave. Aceptó muchas cosas del Levante. En la expulsión de Khedira, Ballesteros hizo teatro y el colegiado no estuvo pendiente», se quejó el central portugués. Sin embargo, evitó detallar la acción en la que empujó a Xavi Torres, le dio una patada en el tobillo y rozó con su bota la cabeza cuando el rival ya estaba tirado en el suelo. El pecado de Torres fue intentar obstaculizar, ponerse delante del balón y perder tiempo.

En realidad, el paso atrás de los jugadores españoles se remonta al partido de vuelta de la Supercopa. Después de que Casillas acusara a Cesc de «tirarse» tras una entrada de Marcelo, el portero reflexionó y se produjo un punto de inflexión. El capitán tomó la iniciativa y telefoneó a Xavi y a Puyol para aclarar posturas. La concentración de la selección para los partidos ante Chile y Liechtenstein fue un remanso de paz.

Persuadidos también por Vicente del Bosque, los jugadores hicieron piña en 'La Roja'. Lo que el fútbol ha unido, que no lo separé 'Mou', vinieron a decir.

Quizá como represalia por esta llamada a los azulgrana, Mourinho castigó a Iker sin un solo minuto ante el Galatasaray, en el trofeo Bernabéu. Una sorprendente ausencia del capitán en un choque en el que participaron todos, figuras y juveniles incluidos.

Se sospechaba un plebiscito triunfal para el técnico en el Bernabéu pero no un castigo para un portero ya legendario. 'Mou' acreditaba su carácter autoritario.

Existe un problema de fondo. Cuando Florentino Pérez asumió su segundo mandato en el Madrid, regaló una promesa a la afición blanca, y a Casillas, que reclamaba en aquellos días la 'españolización' del vestuario: «Que en el Real Madrid haya grandes jugadores no es incompatible con que sean españoles», dijo el máximo mandatario. Pero procedió a 'portugalizar ' el club, apoyado en un representante de aquel país, Jorge Mendes.

Pepe y Coentrao serán baja

Mourinho no podrá contar con Pepe y Coentrao, dos de sus pretorianos, para el choque de mañana miércoles ante el Racing y, seguramente, para el derbi del fin de semana ante el Rayo Vallecano. Según informa el club blanco en un comunicado, los dos futbolistas portugueses sufrieron en Valencia sendas roturas musculares, aunque no se especifica tiempo de baja.

En El Sardinero tampoco podrán jugar Khedira, sancionado tras su expulsión ante el Levante.