Otra de las obras realizadas en la barriada es la instalación de tuberías para las aguas pluviales. :: L. V.
Sierra

La primera fase de las obras de la Verbena encara su recta final con incertidumbre

Preocupación entre los vecinos de la zona porque el Gobierno no aclara si aportará los 1,4 millones necesarios para evitar los deslizamientos de la ladera

ARCOS. Actualizado: Guardar
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La preocupación crece. La proximidad de la temporada de lluvias y el hecho de que no haya fondos liberados para seguir con la obra de consolidación de la ladera de la Verbena mantiene en vilo a unas 800 familias de Arcos, de las que unas 200 podrían tener que abandonar su vivienda en breve.

El equipo técnico encabezado por Emilio Yanes diseñó una primera actuación con el fin de consolidar el terreno. La obra necesitaba en total 2,3 millones de euros y el Gobierno central aportó los primeros 900.000 euros aunque con el compromiso de poner el resto cuando fuera necesario. El tiempo pasa, la primera fase está a punto de terminar y todavía no se sabe quién pagará el resto de la actuación o si se tendrá que parar la obra, algo que los técnicos consideran que no sería bueno.

El PP, a través del senador Fernando García, va a preguntar al ministro de Fomento, José Blanco, sobre la intención del Gobierno de financiar el resto de la obra, pidiéndole que se cumpla con el compromiso adquirido en Arcos por Alfredo Pérez Rubalcaba y Gaspar Zarrías, entre otros. No obstante, el PSOE local asegura que el consejero Francisco Menacho está trabajando en una solución a tres bandas en las que la Junta de Andalucía, el Estado y el Ayuntamiento aporten los 1,4 millones que se necesitan.

Cambios para San Miguel

Mientras tanto, las máquinas siguen trabajando en la zona más afectada por los deslizamientos, aunque hay otras zonas con problemas en Arcos, y se llevan a cabo también actuaciones menores para evitar nuevos problemas. En concreto, ahora se están sustituyendo las tuberías que recogen las aguas pluviales, algo que garantizará, según el Ayuntamiento de Arcos, que no se produzcan más inundaciones.

La cercanía de la Feria de San Miguel, que se instala cada año en los terrenos que ahora están afectados, ha obligado a reestructurar la cita festiva para no intervenir en la obra. En concreto, se tendrán que eliminar algunas casetas que se encontraban en la zona del Real. Para evitar que se pierdan casetas, el Ayuntamiento ha optado por ni instalar la municipal y utilizar ese espacio para las que tendrán que dejar su emplazamiento por la obra.

El alcalde de Arcos, José Luis Núñez (PP), mostró su preocupación por lo que, a su juicio, es el gran problema de Arcos junto al paro. Además, solicitó al ministro de Fomento que «ponga el mismo interés y sea igual de eficaz que lo ha sido para rescatar al vaporcito», añadiendo que «no digo que éste no tenga su importancia como símbolo turístico de la Bahía pero pido que se tenga la misma sensibilidad con un problema que afecta a unas 1.200 familias de Arcos que temen perder todo lo que tienen, su casa». Por lo que solicitó que «tanto la Junta como el Gobierno central e incluso Europa trabajen para solucionar un problema al que el Ayuntamiento no puede hacer frente».