Una ciudadana se protege de los decibelios causados por los moteros durante la celebración del pasado Gran Premio, en la Avenida Álvaro Domecq. :: EVA LINDBERG
Jerez

Más del 60% de las quejas por ruido tiene su origen en actividades de ocio

Las zonas más afectadas son Delicias, Chapín, Madre de Dios y Avenida, que acumulan un 76% de las denuncias

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Un informe sobre la intervención de la Oficina del Defensor de la Ciudadanía (ODC) en materia de ruidos deja como datos principales que más del 60% de las quejas vecinales en Jerez por ruido tienen su origen en bares, ferias, discotecas o botellón, es decir, por actividades de ocio.

La contaminación acústica es uno de los asuntos que causa mayor preocupación en los ciudadanos de Jerez. Los efectos negativos del ruido provocados por actividades de ocio y diversión de determinados locales, y las molestias ocasionadas por el fenómeno del 'botellón', han dado lugar a un buen número de quejas, que se han ido acrecentando año tras año. «Llevamos años intentando solucionar este problema en la avenida Méjico. Los bares se han convertido en prostíbulos. Ya no es solo ruido, es delincuencia», aseguró Javier Cantos, presidente de la asociación de vecinos de la Plaza del Caballo.

Las zonas más afectadas por este tema son Las Delicias, Chapín, Madre de Dios y la Avenida, que acumulan un 76% de las denuncias ciudadanas. «Indudablemente, hay que hacer más campañas de educación cívica. La obligación del Ayuntamiento es mantener la ciudad en un nivel en el que se pueda vivir en ella», manifestó Cantos.

La mayoría de las quejas suelen ser iniciadas por ciudadanos de manera individual con un 59,70%. El 32,8% pertenece a grupos de ciudadanos o comunidades y solo el 5,97% han sido promovidas por alguna asociación de vecinos.

Habitualmente el ruido lleva asociado otro tipo de problemas relacionados con temas de salubridad como suciedad u olores. «Queremos tener seguridad y poder vivir en nuestras casas de una forma decente, y nuestros hijos puedan salir a la calle y mantener una vida normal», expresó el presidente de la asociación. En muchas ocasiones las instalaciones o locales tenían a su vez problemas con sus licencias, bien por carecer de ellas, bien por no ajustarse a la actividad.

Desde la creación de la Oficina del Defensor de la Ciudadanía se han recibido numerosas quejas, entre las que el informe destaca la de una ciudadana que durante más de dos años ha estado teniendo problemas con el bar situado en los bajos de su vivienda. Desde el comienzo de las molestias se dirigió al encargado del local de copas, pero no llegaron a un acuerdo de respeto al descanso. La ciudadana comenzó a denunciar, pero el problema persistió ya que los encargados del local no hicieron caso de sus protestas, finalmente, la afectada tuvo que vender el piso.

Las quejas suelen ser presentadas contra propietarios o empresarios de locales dedicados a la hostelería y restauración. Tanto a nivel local como autonómico ha existido una mejora en la aplicación de las medidas contra la contaminación acústica. El 83,58 % de las quejas han sido atendidas por las diversas delegaciones municipales implicadas. Sin embargo, que el Ayuntamiento acepte las recomendaciones de la ODC no significa, siempre, que el problema de ruido se resuelva. A veces, las sanciones económicas no son suficientes para disuadir a los infractores de sus prácticas o se tienen que reiniciar actuaciones sancionadoras por cambios en la titularidad de los negocios o instalaciones.

El tema de la ley antitabaco también ha causado impacto en el problemas de la contaminación acústica. La promulgación de esta ley a principio de 2011 ha propiciado un aumento del ruido en las calles, ya que es uno de los poco sitios donde lo fumadores pueden satisfacer su vicio. Por ello, Oi2, especialistas en el cuidado de la audición, ha realizado un estudio revelando que, según el 55% de los encuestados, la ley antitabaco ha contribuido negativamente al nivel de contaminación acústica en las calles, produciendo un incremento del ruido durante las noches y los fines de semana. Una cifra que crece sobre todo en regiones como la Comunidad Valenciana (63%) o Andalucía (60%), que son las que más han acusado un aumento del ruido con motivo de la nueva legislación.