Los manifestantes, en un momento de la marcha por Cuatro Caminos. :: JUAN CARLOS CORCHADO
Jerez

La plantilla se manifiesta por su salario

Los trabajadores se quejan de «amenazas» y aseguran que ellos tampoco rebajarán sus pretensiones La comitiva partió de las cocheras y recorrió las principales calles del centro

JEREZ. Actualizado: Guardar
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La práctica totalidad de la plantilla de Urbanos Amarillos (salvo los conductores que se encontraban cubriendo los servicios mínimos) formó parte ayer de una manifestación que partió de las cocheras de la empresa para recorrer las principales calles del centro y derivar nuevamente en la sede de ésta. Durante toda la protesta, los trabajadores recordaron que se les adeuda no solo las nóminas de junio, julio y la paga extraordinaria, sino también el salario de octubre y varios días pendientes de noviembre, cuando todavía Cojetusa estaba al frente de la concesión.

En cuanto a este dinero en concreto, si Urbanos Amarillos abonara el canon que le exige el Ayuntamiento los administradores concursales de la antigua concesionaria podrían hacer frente a la liquidación de ésta con los profesionales, algo que aliviaría en parte su carga, sin olvidar que el resto correspondería directamente a la empresa que presta el servicio en la actualidad.

En total, se adeuda a cada trabajador entre 10.000 y 12.000 euros, como recordó el portavoz del comité de empresa, Ángel Morales, haciendo hincapié en los dramas personales que sufren muchos de los afectados por este agujero económico. Por ello, el comité no solo no vería con malos ojos que se sancionara a la empresa por el incumplimiento del pliego de condiciones, sino que incluso aplaudiría el rescate de la concesión, puesto que «Urbanos Amarillos ha acabado haciendo buena a Cojetusa, al menos los directivos de ésta daban la cara».

«Cuando yo no cumplo con mi trabajo, la empresa me sanciona, me llama la atención -argumentó Morales-. Y si la cosa es más grave, me quedo tres días sin empleo y sin sueldo. Si la empresa acumula algunas faltas muy graves, se podría incluso rescatar la concesión, aunque eso es un tema político. Nosotros lo que queremos es cobrar en tiempo y forma y que apuesten por el transporte de Jerez». Por el momento, la dirección no se ha puesto en contacto con ellos, por lo que la intención del personal es la de permanecer todas las mañanas concentrados a las puertas de la compañía y organizar manifestaciones días alternos.

Trabajar «con miedo»

La preocupación de la plantilla va creciendo por días, pues a los impagos le están uniendo las sospechas cada vez más fundadas de que «la empresa parece que se quiere ir, porque lo último que ha hecho es quitar de la circulación seis coches, a pesar de que el pliego también lo prohíbe». Algunos trabajadores consultados fueron más allá admitiendo incluso que acudían a trabajar «con miedo», ante la posibilidad de que la compañía cuente con 'topos' dentro de la plantilla que le transmitan cierta información.

«Nos sentimos cohibidos, como si trabajáramos con un puñal puesto en el cuello. Estamos controlados en todo momento, los autobuses nuevos tienen hasta cámaras. Creemos que ha habido amenazas a algunos trabajadores para que no pidan nada, ni siquiera lo que está en el convenio».

Así las cosas, se mantienen firmes y por el momento tampoco ellos van a ceder y la huelga continuará de forma indefinida. Como ya advirtieron en su momento, además, no se contentarán solo con cobrar sino con una garantía de que la empresa cumpla el convenio a rajatabla y todos saldrán beneficiados, empezando por los usuarios del servicio.