Jerez

Las residencias de ancianos, abonadas al lleno absoluto durante todo el año

La alta ocupación de los geriátricos de la provincia impide a las familias acceder a una plaza temporal en los meses de verano

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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«La única manera de que se quede una plaza libre es cuando uno de los ancianos fallece», afirman desde la dirección del asilo Dulce Nombre de María ubicado en la plaza de Candelaria. Cuentan con 49 plazas, todas ellas privadas, y una lista de espera que pasa de las 300 personas. «Estamos en pleno centro y contamos con una larga tradición», dos aspectos que sin lugar a duda son grandes reclamos para los clientes. «Las personas mayores que están aquí lo hacen hasta el final de sus días. Tras un fallecimiento es cuando entra el siguiente usuario de la lista de espera. Aquí no funcionamos por temporadas». Tampoco funcionan por temporada en la residencia Matías Calvo en la calle Doctor Marañón donde tienen todas sus plazas concertadas y ninguna libre. «Nosotros no trabajamos con programas de respiro familiar ni le prestamos demasiada atención a las plazas de verano porque nuestra ocupación son los 365 días del año». Que sea verano en esta residencia no influye en la demanda, sólo en la variedad de las actividades y el incremento de las salidas de los usuarios al jardín.

Esta situación se repite por todas las residencias de la provincia, sin importar si son públicas o privadas, donde la ocupación roza el 100% en la mayoría de los casos. De las cerca de 3.000 plazas (2.951) concertadas que tiene la Junta de Andalucía en la provincia gaditana solo 34 están disponibles, apenas supera el 1%, y eso que en los últimos cinco años han duplicado el número de plazas y la inversión.

Tanto las residencias de la capital como del resto de la Bahía la ocupación es total a lo largo del año, salvo algunas excepciones como el centro de San José en San Fernando o la residencia Novo Sancti Petri en Chiclana, ambas con plazas concertadas y privadas donde aún quedan libres algunas habitaciones, eso sí, sólo las que son de pago por parte de los usuarios.

La alta ocupación a lo largo de todo el año impide a muchas familias poder dejar a sus familiares en un geriátrico durante las vacaciones. Desde las residencias Gades I y Gades II, ambos centros de titularidad privada, afirmaron que la demanda de las plazas crece siempre en periodos vacacionales como Navidad, Semana Santa y Verano. Estos centros disponen de programas de «contrataciones temporales» en los que se les ofrece una respuesta a las familias que buscan un respiro en el cuidado diario de sus mayores pero quieren asegurarse que estén bien atendidos. «Algunas familias intentan llevarse a sus mayores a un hotel con ellos pero les supone un gran esfuerzo físico tanto a la persona mayor como a sus cuidadores; por eso, las residencias son una gran opción de cara a las vacaciones». En estos dos centros que se ubican en Cádiz suman casi un centenar de plazas y «tan sólo nos queda libre una habitación o dos».

La Junta de Andalucía también pone a disposición de los usuarios un número determinado de «plazas de respiro familiar» pero que son insuficientes para toda la demanda existente.

Desde la residencia Fragela, de titularidad compartida, confirmaron esta tendencia de ocupación. «Disponemos de 70 plazas, de las cuales 65 son concertadas y siempre están ocupadas». Al igual que sucede en otros centros de Cádiz disponen de una lista de espera «que va cambiando en función de la temporada y sobre todo de la Ley de Dependencia». Desde la dirección de este geriátrico explicaron que desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Dependencia «se han agilizado muchos trámites por lo que las lista de espera se han reducido. En varias ocasiones se ha avisado cuando se ha quedado una plaza libre pero el usuario ya había entrado en otra residencia; aunque en la gran mayoría de los casos cuando se llama desde Cádiz, acuden en cuanto pueden».