Equo muestra su apoyo al proyecto de eólicas marinas en la costa

Los ayuntamientos de Conil, Vejer y Barbate creían que el proyecto de las eólicas marinas en la costa de Trafalgar estaba en el olvido pero no ha sido así. La presidente de Acciona Energía, Carmen Becerril confirmó la semana pasada que la empresa no ha renunciado al proyecto 'Mar de Trafalgar' que alberga desde 2004 y que tienen la firme intención de llevar a cabo la construcción de una plataforma eólica marina de mil megavatios. Lo confirmó tras la firma con el consejero delegado de Navantia, Luis Cacho, de un convenio por el que los astilleros, hasta ahora dedicados a la construcción naval, se implicarán en la construcción de molinos de viento marinos en algunas de sus sedes, entre ellas la gaditana de Puerto Real.

Los últimos en mostrar su apoyo a este proyecto han sido los representantes de la formación verde Equo, un nuevo grupo político en el que se han integrado Los Verdes de Andalucía y que está liderado por el que fuera director de Greenpeace, Juan López de Uralde. A juicio de la formación, el parque tendría un impacto visual «mínimo» y generaría tanta potencia energética como una central nuclear «no contaminante». Equo considera que la oposición de los alcaldes de Conil de la Frontera, Vejer y Barbate al proyecto de eólicas marinas 'Mar de Trafalgar' es una actitud «absolutamente irresponsable» en la que se unen «la ignorancia política» y «el sector del ladrillo».

Para Equo la construcción de eólicas marinas «como se están planteando en la costa gaditana y andaluza» suponen «una de las salidas más importantes a la crisis energética actual» y además tiene un «tremendo» potencial de generar empleo en Cádiz y Andalucía. Por eso critican «la alianza fáctica de los alcaldes de IU, PP y PSOE en los municipios de Conil, Vejer y Barbate» para oponerse al proyecto, una oposición que «funciona como veneno para un nuevo modelo económico andaluz basado en la sostenibilidad ambiental».

Mínimo impacto

Según dicen, «el proyecto de parques eólicos marinos frente a las costas de Trafalgar tendría un impacto visual mínimo, teniendo en cuenta la distancia a la que iría situado, el tamaño de los molinos y la curvatura de la tierra, todo calculable, medible y representable».

Equo acusa a los opositores al proyecto de «falsear información» al decir que los parques «offshore» atentarían «contra la diversidad y las pesquerías» cuando «lo que atenta contra la diversidad y las pesquerías es la contaminación de las aguas por falta de capacidad de depuración, la elevación de la temperatura de las aguas por el cambio climático, y la pesca de arrastre intensiva que los molinos paliarían en su zona de implantación».