Los voluntarios se turnaban para cooperar en diversos puntos temáticos de la Feria . :: F. J.
CÁDIZ

Involucrados con el Bicentenario

El Consorcio selecciona a estos jóvenes estudiantes que esperan adquirir formación de cara a la efeméride Una veintena de voluntarios colaboran en varias carpas instaladas en el puerto

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Son jóvenes, la mayoría estudiantes y muchos muy involucrados con la conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812. Estos días están ofreciendo su colaboración en la Feria de manera totalmente gratuita. Son los que ayudan a los visitantes a subirse y bajarse del galeón La Pepa, los que atienden al público en la exposición de Navantia, en Puerto Cultura, o los que facilitan información a la entrada del recinto.

Una veintena de voluntarios seleccionados por el Consorcio del Bicentenario ya están al pie del cañón. «Ayudamos a las azafatas a atender al público, aportamos nuestro granito de arena en lo que para nosotros está siendo una muy buena experiencia». Así se explicaba ayer Desirée Domínguez, una joven administrativa de 26 años que estando de prácticas en el Consorcio le ofrecieron esta alternativa. «Estoy muy contenta porque me seleccionaron. Se me dan bien los idiomas y eso creo que me ayuda a estar aquí para atender a quien venga». Junto a Desirée, Francisco Gamasa, estaba a las puertas de la carpa de Navantia. Él es otro voluntario que entiende la Feria como «una oferta muy curiosa que nadie se puede perder».

En Puerto Libertad, tres voluntarios más prestaban su ayuda a subir al galeón La Pepa. «Estamos pendientes de que nadie tropiece, le tendemos la mano a las personas mayores para que suban o bajen del barco y organizamos las entradas por turnos y grupos». Esa es la labor de Chari Fernández, una estudiante de Magisterio. Comenta que no es la primera vez que se presta voluntaria a colaborar en un evento y que su hermana la animó a que lo hiciera en esta ocasión. También entiende su participación en la Feria como una puerta laboral que se le puede abrir gracias a esta experiencia.

«Me gusta mucho la temática de la Feria y por eso me decidí a inscribirme como voluntaria, pero además espero que esto me sirva para aprender y para ampliar y enriquecer mi curriculum». Su compañero, Rogelio Martínez, no dejaba de estar pendiente a la cola. Es el encargado de controlarla y de vigilar que todos respeten su turno de entrada. Es estudiante de Turismo y, sin descuidar su función ante el navío, argumenta que espera que «esto me sirva para mi profesión».

«Nos han dicho que después podemos recibir formación de cara a la celebración del Bicentenario de La Pepa y me viene muy bien para mi carrera», añade Rogelio. Con ilusión y con esperanza, estos jóvenes son una parte esencial de la Feria. Gracias, en parte, a la cooperación de estos voluntarios, el evento pondrá hoy su punto final habiendo cosechado un gran éxito de público.