La prima de riesgo de España se dispara a máximos

De sobresalto en sobresalto, la prima de riesgo española, que determina el sobrecoste que han de soportar las administraciones y las empresas para financiarse, ha vuelto a superar los 285 puntos básicos que alcanzó en noviembre de 2010, entonces por contagio del rescate irlandés. Está al borde del nivel 300, que los expertos consideran muy peligroso, no solo por el encarecimiento de la factura a pagar, sino por la enorme desconfianza que siembra entre los inversores el aumento de la probabilidad de que no se puedan atender los compromisos de reembolso. Al incremento del diferencial contribuye el descenso de la rentabilidad de los bonos alemanes a diez años, la referencia utilizada, que ya está en mínimos anuales del 2,82%.

Los focos de contagio se extienden. Ayer, mientras el Consejo Europeo concluía sin expresar mayor implicación en las ayudas al país heleno, al tiempo que le exigía el cumplimiento de rigurosas condiciones de ajuste, la amenaza adicional vino de Italia, donde sus principales bancos han visto cómo la agencia Moody's pone en cuestión sus calificaciones, y les anuncia una posible rebaja. A esta advertencia se sumaron algunos analistas que recelan de las capacidades de determinadas entidades transalpinas para superar las pruebas de solvencia europeas.

En la Bolsa de Milán, las acciones bancarias se desplomaron durante el mediodía. El supervisor del mercado tuvo que suspender la negociación cuando títulos como Unicredit sufrían un descenso del 8%, Intesa San Paolo se venía abajo un 7% y Monte di Paschi y Popolare de Milano corrían parecida suerte.

La prima de riesgo de Italia se disparó a 215 puntos básicos, su récord desde la existencia del euro. En el parqué madrileño ya se han evaporado las ganancias de todo el año 2011. El Ibex-35 perdió ayer otro 1,31% (129,9 puntos) hasta situarse en los 9.812,7 puntos.