EL TRANVÍA

PILAR SÁNCHEZ

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María José García-Pelayo y su equipo del PP son, sin duda, los auténticos protagonistas de la semana en Jerez al tomar posesión, ayer mismo, del gobierno del Ayuntamiento. Por ello le dedicamos merecidamente las siguientes páginas de la edición de hoy de LA VOZ, entrevista a la nueva alcaldesa incluida, razón por la cual he preferido centrar en esta ocasión las siguientes líneas a la que considero que ha sido la otra gran protagonista de los últimos días en la actualidad local: Pilar Sánchez. Ya habrá tiempo de extendernos en el trabajo que los populares y su líder realicen durante los próximos cuatro años.

El pasado jueves protagonizó una esperada rueda de prensa, la última como primera edil y en la que habló de prácticamente todo lo que tocaba. Hizo un balance de su gestión, valoró el batacazo electoral sufrido por su partido en Jerez, aclaró su futuro político más inmediato y hasta se lanzó a dar unos consejos y lanzar unas advertencias a su sucesora al frente del Ayuntamiento. Enumeró las decisiones y proyectos puestos en marcha durante su mandato; culpó de los resultados del 22-M a la crisis generalizada, al paro, a las divisiones internas del partido y al ruido existente a lo largo de prácticamente toda la legislatura; anunció que retomará su trabajo en la docencia, que será diputada provincial, que no ejercerá de portavoz municipal del PSOE abandonando así la primera línea de la política municipal, y que piensa seguir como secretaria local de los socialistas porque así se lo ha pedido el partido; y auguró un mandato difícil a García-Pelayo, a la que ve abocada a tomar decisiones difíciles en lo concerciente al personal del Consistorio.

En resumen, más o menos lo previsto, aunque haya gente a la que le ha sorprendido que anunciase su regreso a la docencia. A más de uno sorprendió, sin embargo, el tono sosegado, para nada crispado, de su intervención. No se metió en excesivos charcos. Abordó los asuntos espinosos con serenidad, como intentando evitar el avivar más polémicas. Sinceramente, no ha sido demasiado habitual verla así, tan relajada, durante una legislatura tan convulsa como la que concluyó ayer.

Quizá era lo que tocaba, porque tampoco era cuestión de avivar fuegos después de todo lo que ha pasado. Tal como ella misma dijo, es el momento de la reflexión, y, sinceramente, espero que lo haga con honestidad y sinceridad. La ley de las urnas es inapelable; el electorado le ha dicho claramente lo que quiere. Y por eso, precisamente, le tocará dar otro paso atrás y dejar sitio a otros para que intenten reflotar la nave socialista en Jerez. Tarde o temprano. No queda otra.

Esperemos que la militancia sepa elegir bien cuando le toque hacerlo. Porque, indudablemente, Jerez también necesita un PSOE fuerte, aunque sea en la oposición.