Amancio Prada revisita las coplas de Jorge Manrique en su último espectáculo. :: L. V.
MÚSICA

«Siempre hay un resquicio para la libertad»

El artista rescata las coplas de Jorge Manrique y otras canciones en su nuevo espectáculo, que lleva hoy al Gran Teatro FallaAmancio Prada Músico y poeta

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Muchos se asombran de que con el paso de los años su voz permanezca intacta y es que a sus 62 años, el músico Amancio Prada es uno de los artistas más activos de su generación. Ahora, tiene dos espectáculos girando por España, el homenaje a las coplas de Jorge Manrique -el que presenta hoy en el Festival Iberoamericano de Música- y el 'Canto espiritual', basado en la obra de San Juan de la Cruz, otro de sus referentes más claros. Los versos afloran de su garganta mientras habla de justicia, indignación y libertad. Añora la canción protesta pero se emociona con cantautoras jóvenes e irreverentes como La Shica.

-¿Cómo surgió el proyecto de adaptar la obra de Manrique a un recital musical?

-El espectáculo parte de una selección de las 'Coplas por la muerte de su padre', pero es un concierto en el que también cantaré otras canciones de autores afines como los primeros trovadores galaicoportugueses, coetáneos como Juan de Encina o posteriores como San Juan de la Cruz. Además del Romancero anónimo castellano leonés. Cantar las coplas de Manrique es una tentación antigua y cuando murió mi padre hace ocho años se convirtió en una necesidad. Se trataba de hacer una obra que abarcara las cuarenta coplas y que reflejara la riqueza de paisajes y de personajes que transcurren por esas palabras. El espectáculo se materializó también en un libro disco el año pasado. Sin embargo, pese a las desigualdades e injusticias, siempre creerá en el poder de la palabra, de la música y la libertad del hombre.

-¿Qué es la poesía para usted?

-Eso le preguntaron una vez a Bécquer y no supo contestar. Machado decía que era 'palabra en el tiempo'. Para mí son unas palabras tan bien escogidas que cuando las lees y más aún si las cantas te conmueven tanto como te admiran y recompensan.

-¿Qué versos le conmueve más cantar?

-Todos, no pretendo cantar la mejor poesía sino aquella que me enamora. Son amores sucesivos, pero que no desplazan unos a otros, aun así, todos forman parte de mí. La mayoría son ajenos pero también canto lo que yo pienso.

-Recíteme los primeros que le vengan a la mente.

-'Quero me ir/ quero me ir/ para donde no lo sei', de Rosalía, pero nunca los he cantado. 'Los últimos vencejos revolean / en torno al campanario; / los niños gritan, saltan, se pelean...' de Machado. Me estremecen...

-¿Se considera una persona muy espiritual?

-Tanto más como corporal.

-¿Qué le falta a este mundo y qué le sobra?

-A este mundo nuestro en este tiempo le falta un poco más de justicia, equidad, ecuanimidad y sobran demasiados ricos y demasiados pobres. Ojalá hubiera más igualdad.

-La poesía y la música, ¿pueden cambiar este mundo?

-Algo pueden cambiarlo. Con esa esperanza vive uno y canta.

-¿Qué siente cuando se sube a un escenario y canta?

-Es cuando, curiosamente, más soy yo y dejo de ser yo.

-A lo largo de su carrera ha dado miles de conciertos, ¿pero cuál recuerda con más cariño?

-Recuerdo uno que dí la semana pasada en la Ópera de Seattle, en Estados Unidos. Me sorprendió ver el auditorio tan lleno y la reacción de la gente. Fue un programa dedicado precisamente a Federico García Lorca. Las distancias engañan, porque creía que iba a ser un programa que les iba a resultar muy lejano...

-¿Cómo ve a los cantautores de ahora?, ¿muy diferentes a los de su generación?

-Para mí los grandes maestros de la canción de autor siguen siendo Paco Ibáñez, José Alfonso, Jacques Brel, Léo Ferré... Cada uno tenía voz propia y han trazado siempre su propia senda.

-¿No hay ningún artista actual que le guste especialmente?

-Sí, seguro que hay cantautores buenos, me encanta La Shica, María del Mar Bonet...

-¿Y ya no se protesta?

-Tendría que haber más, yo creo, más indignación debería haber en el pentagrama.

-Pero ahora sí que hay indignación en la ciudadanía...

-Sí, es un motivo de esperanza y alegría ver esas plazas tremendamente indignadas.

-¿Qué futuro les augura?

-Todo el futuro es de ellos. Están marcando el norte del porvenir. Me gustaría que sus aspiraciones calen en todos y seamos consecuentes.

-¿Cuáles de estas aspiraciones comparte?

-En primer lugar, el replantear las relaciones con los bancos, con las grandes empresas y el cambio de la ley electoral.

-¿Somos meros títeres?

-No, tampoco es eso. En todo caso, títeres somos todos, los que están arriba y los que estamos abajo, pero siempre hay un resquicio para la libertad y cierto ámbito, por ínfimo que sea, donde uno puede ser libre y realizar su pequeña utopía.

-¿Es un gran optimista?

-A veces no hay mejor coartada que la de aspirar a todo para conformarse con nada. Como decía un pensador: 'El que se conforma con poco, no se conforma con nada'.