El PP no ganaría por mayoría absoluta las generales con las cifras del domingo

La debacle socialista en las municipales no se traduciría automáticamente en una mayoría absoluta del PP en las generales. La extrapolación de los datos de los comicios locales a unas hipotéticas elecciones al Congreso revela que el PP se quedaría a diez escaños de la mayoría absoluta en la cámara baja. El PSOE, por su parte, perdería 50 diputados, y regresaría a cifras desconocidas desde la primera cita con las urnas en 1977. Los socialistas repartirían escaños a un nutrido grupo de minoritarios. Los más beneficiados, además de los nacionalistas, serían, sin duda, IU y Bildu.

La extrapolación de cifras con la ley d'Hondt da un dato clave: no hay un trasvase general de escaños desde el PSOE al PP. Solo la cuarta parte del medio centenar de diputados que perderían los socialistas terminaría en manos del PP. A pesar de los buenos resultados, el partido de Rajoy solo obtendría 13 diputados más con respecto a los 153 que tiene ahora y se situaría en 166 escaños, a una decena del número mágico de 176.

La caída de los socialistas sería generalizada. De los 169 diputados que en la actualidad componen su grupo a solo 119, el peor dato de su historia a excepción de los comicios constituyentes de 1977. En ninguna de las 52 circunscripciones el PSOE ganaría diputados. Solo podría mantener inalterados sus escaños en una veintena de provincias, en el resto perdería. Son multitud las circunscripciones en las que el PSOE vería desaparecer un diputado, pero el varapalo socialista se concentraría sobre todo en cuatro comunidades autónomas: Cataluña, Madrid, Andalucía y País Vasco. Solo en Barcelona, el PSC perdería seis escaños, de 16 a 10; otros tres bajarían en Sevilla (de ocho a cinco); en Madrid los socialistas caerían de 15 a 10; el PSE en Vizcaya se quedaría con uno de los 4 que tiene ahora.

IU, beneficiada

La gran beneficiada del hundimiento socialista sería IU, que pasaría de dos a 16 diputados y recuperaría el puesto de tercera fuerza parlamentaria, aunque sin llegar al techo que en 1996 alcanzó Julio Anguita con 21 sillas. La coalición se fortalecería en especial en Barcelona, con cuatro diputados de ICV, y en Madrid con otros cuatro.

Los nacionalistas también pescarían en las revueltas aguas electorales de los socialistas, especialmente CiU, que fagocitaría buena parte de los votos perdidos por el PSC, para pasar de 11 a 15 parlamentarios en Madrid. También el PNV mejoraría a costa de la debacle socialista, sacaría un escaño más por Vizcaya, con lo que contaría con un grupo de siete representantes.

ERC tampoco dejaría pasar la ocasión para doblar sus escaños en Madrid, pasando su representación de tres a seis diputados, pero sin llegar a su techo de ocho de 2004.

Bildu, si la izquierda 'abertzale' decidiera participar en los comicios generales, conseguiría grupo parlamentario propio con seis representantes y se convertiría en la sexta fuerza del arco parlamentario, empatada con ERC. La extrapolación de los resultados de las municipales daría a la coalición independentista tres diputados por Guipúzcoa, dos por Vizcaya y uno por Álava. Serían los mejores resultados jamás obtenidos por la izquierda abertzale, cuyo techo está en los cuatro diputados que Herri Batasuna logró en las generales de octubre de 1989.