En busca del voto de los alumnos

'Estrategia' es una de las palabras más repetidas por los catedráticos de la Universidad de Cádiz desde que Diego Sales comentara en los pasillo del Rectorado que no volvería a presentarse como rector a principios de este año. Y ahora se están fraguando los primeros acuerdos. Desde el inicio de esta campaña se comentó que el hecho de que se presenten cuatro candidatos (algo inédito desde las primeras elecciones) determinará el resultado. Por lógica, el voto estará muy dividido y será casi imposible que un candidato obtenga el 51% de los votos para gobernar tras la primera vuelta del 31 de mayo. De ahí que los pactos entre listas sea una de las estrategias barajadas por los aspirantes a rector para gobernar tras la segunda vuelta del 7 de junio.

En esta partida democrática juegan un papel vital los estudiantes. Aunque la mayoría de la representación la tiene el profesorado y personal investigador (con un 64%), el 28% de la representación del censo en manos de los alumnos les da poder suficiente como para ser la llave del gobierno de la UCA. Sobre todo, porque la participación de los universitarios es escasa y unos pocos tendrán la llave para abrir la puerta del Rectorado. La participación en el censo universitario del personal de administración y servicios se reduce al 8%.

Todos los candidatos coinciden en apuntar que en esta carrera va aventajada la candidatura de Eduardo González Mazo, que cuenta como número dos con el vicerrector de Alumnos, David Almorza. La experiencia de otras elecciones indica que los representantes de alumnos apoyarán a Almorza. Puede que en término totales no sumen muchos votos, pero relativamente esto puede dar la llave a González Mazo (catedrático de Química) para pactar con otra lista.

El primero en estar abierto a este pacto ha sido el candidato Francisco Antonio Macías (catedrático de Química Orgánica), quien apuntó que no lleva todos los cargos directivos cerrados «precisamente en previsión de que ocurra una unión entre equipos». Macías especificó que no tocaría a sus números uno pero que está totalmente abierto a «colaboraciones para cubrir la segunda fila». Y destacó que uno de sus lemas es que «esta es una universidad de todos, donde caben todos». Rodríguez Izquierdo (catedrático de Química Inorgánica) se mostró más reacio a los pactos pero no se cierra en banda a nada y lo mismo se puede decir de Maestre (catedrático de Latín), aunque este candidato ha sido el más crítico con las estrategias con el voto del alumnado.

En lo que coinciden todos es en que estas elecciones se han organizado muy tarde, lo que bajará la participación de los estudiantes, que a finales de mayo están de exámenes y a principios de junio han desaparecido de los pasillos de la Universidad.