La Seminci se queda sin fondos

. Durante más de medio siglo la Seminci ha sido la cita de los cinéfilos por antonomasia. El segundo festival más importante y longevo en España después de San Sebastián siempre ha antepuesto la calidad al glamour; en Valladolid, la estrella es el director. En su 56 edición, que se celebra del 22 al 29 de octubre, la tradicional austeridad castellana se pondrá aún más a prueba. Su principal patrocinador privado, Caja España-Caja Duero, ha retirado su logotipo del cartel. La marcha de la entidad se traduce en una pérdida de 100.000 euros en un ajustadísimo presupuesto que ronda los 3 millones.

«Me llevo un disgusto, pero la Seminci no está en peligro», tranquiliza a este periódico el director del certamen, Javier Angulo. «Caja España llevaba 23 años apoyándonos. Cuando yo llegué ponía cantidades fuertes, hasta 400.000 euros. El año pasado aportó 100.000, y este cero. Me preocupa pero estamos cubiertos, ya encontraremos una institución capaz de sustituirla».

La principal fuente de financiación de la Seminci sigue siendo el Ayuntamiento vallisoletano, con 1,5 millones de euros. Otras instituciones públicas que colaboran son el Ministerio de Cultura y el de Exteriores, así como la Junta de Castilla y León, que ya redujo su aportación de 300.000 a 200.000 euros en la última edición. Este año restará otros 15.000.

El alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, ha lamentado la espantada de Caja España-Caja Duero, acusando a la institución de ser «como el perro del hortelano» al ir rebajando su contribución año tras año, sin permitir que otras entidades que deseaban colaborar pudieran hacerlo. «Lamento que el principal acontecimiento cultural de Castilla y León no merezca el respaldo de las cajas», ha observado el político popular, que vuelve a presentarse a la alcaldía estas elecciones.

Como otros certámenes culturales, la Seminci es víctima de los recortes presupuestarios que atenazan a administraciones y empresas privadas. En su caso, también le ha afectado la fusión de Caja España y Caja Duero en 2010. «No les echo la culpa, viven una situación complicada a cuenta de las fusiones y el descontrol de las cajas. No saben qué va a ser de su vida en el futuro. Ya trabajamos con otros bancos y en cuatro meses no tengo ninguna duda de que encontraremos otro patrocinador», promete Javier Angulo.

Un «SOS cultural»

El periodista bilbaíno se hizo cargo de la Seminci hace tres ediciones, cuando el festival atravesaba una grave indefinición de personalidad y contenidos. Angulo ha conseguido recuperar la atención mediática y sobreponerse a los recortes presupuestarios. «Los que acudan este año a la Seminci no van a notar ningún cambio, habrá cine de calidad y alfombra roja», confía. «Todos los festivales sufrimos en estos tiempos difíciles. Hemos vivido como alemanes del norte y ahora tocan los ajustes».

Mientras, el candidato del PSOE a la alcaldía de Valladolid, Oscar Puente, ha reprochado a la Junta de Castilla y León el «pellizco lamentable» al festival . «No se puede hacer menos por la única semana de cine realmente importante en la comunidad». Puente se compromete en caso de ganar las elecciones a realizar «un SOS cultural» para la Seminci, el Museo Patio Herreriano y el Teatro Calderón.