La junta de la cofradía de las Descalzas, con su presidenta al frente, posa junto al paso del Cristo de la Espina. :: J. V. ARNELAS
Sociedad

Mujeres con vara de mando

Ellas dirigen y ellos desfilan. La cofradía de las Descalzas de Badajoz es única: la junta está compuesta solo por mujeres porque las imágenes de la procesión se veneran en un convento de monjas de clausura

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Dicen en Badajoz que cuando huele a tierra mojada, la Espina no sale. Y no exageran. La más leve amenaza de lluvia es suficiente para que la hermandad que saca en procesión al Cristo de la Espina se niegue a dejar el resguardo del convento.

Así lo ha hecho desde que en 1939 un grupo de mujeres piadosas decidiera refundar la Pontificia Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Espina y María Santísima de la Amargura, la única cofradía de España que presume de haber sido dirigida por mujeres desde el mismo momento de su creación.

Ya sea por su cariz netamente femenino y previsor, ya sea por el deseo de mantener inalterable el patrimonio heredado de sus antepasados, lo cierto es que la cofradía de las Descalzas tiene fama de 'miedosa' cuando se trata de mirar al cielo y decidir si las nubes traen agua o solo son pasajeras. «En cierta ocasión vino un señor y me preguntó por qué no habíamos sacado la procesión -recuerda María Jesús Mediero, la presidenta de la hermandad-. ¡No va a llover!, nos decía. Entonces yo le respondí con claridad: si usted pone en mi mano un cheque en blanco para costear los daños que pueda sufrir el patrimonio de la hermandad, ahora mismo salimos».

En estos inicios del siglo XXI, a nadie extraña la existencia de cofradías guiadas con mano femenina, pero esa mentalidad no estaba de moda en 1939, cuando renació la hermandad que saca en procesión a Nuestro Padre Jesús de la Espina, un Cristo con la cruz a cuestas que parece caminar cuando lo portan los esforzados miembros de la Asociación de Costaleros y Capataces San José.

La presidenta y máxima responsable de esta cofradía es una mujer menuda, trabajadora y afable. A sus 80 años, no para de dirigir a las hermanas que tiene a su cargo: tú, encárgate de los hábitos; tú puedes darle un repaso a los estandartes; tú procura que esté todo listo para el desfile...

«En 1939 las procesiones eran cosa de hombres. Las mujeres no formaban parte de las juntas de hermandad, pero en este caso existía una razón de peso: las imágenes estaban en el convento de la Merced de las Clarisas Descalzas y ese era un lugar al que no debían acercarse los varones». Ese es el origen de una cofradía en la que se puede afirmar que las mujeres dirigen y los hombres desfilan. Porque aún en 2011 son ellas quienes empuñan la vara de mando y ellos quienes se enfundan los hábitos. «Nosotras estamos orgullosas. Es una tradición heredada y así seguirá». Así, la hermandad está guiada por una junta de gobierno exclusivamente femenina: desde la presidenta hasta la última vocal. Y la nómina se completa con un nutrido grupo de camareras.

Los hombres colaboran

¿Entonces, qué papel ocupan los hombres? La respuesta la da Cayetano Barriga, el diputado mayor. Es el único varón con cargo y, curiosamente, sobre él recae la responsabilidad de llevar la procesión, porque cada Martes Santo, y solo ese día, son los hombres los que asumen el poder.

Este cofrade comenzó a montar los pasos en 1983 y ocupa el cargo desde hace 20 años. «Hay un diputado de paso para el Cristo y otro para la Virgen. Cada uno lleva una campana de orden. Tenemos otras dos intermedias y cuatro varas de mando que llevan los nazarenos».

Todas estas funciones son desempeñadas por hombres: la hermandad de las Descalzas también es la única cofradía pacense en la que vestir el hábito de nazareno es exclusivo de los varones. «A principios de los 90 tuvimos que renovar el estatuto de la cofradía, pero la hermandad mantuvo la decisión de que no saliesen las mujeres, una postura que fue ratificada por el Obispado», zanjan.

Por eso se anima a las hermanas (el 40% en la cofradía) a formar parte de la junta de gobierno, que se reúne semanalmente a lo largo de todo el año para que el patrimonio esté en perfecto estado. «Nosotras mismas lavamos y preparamos los trajes para que estén impecables el día del desfile».

La división de roles funciona porque los colaboradores varones son, en su mayoría, los maridos y los hijos de las señoras que componen la directiva. Si finalmente no llueve, la hermandad recorrerá esta noche el casco histórico de Badajoz, una ciudad que acaba de conseguir para su Semana Santa el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Nacional. Al logro de ese título contribuyen detalles tan curiosos como el que relata sor Inmaculada de la Eucaristía, la religiosa que dirige el convento de las Descalzas. Defiende que en la espalda del Cristo de la Espina había un «hueco o sagrario» donde que se guardaba una espina auténtica de la corona de Cristo: «De su limpieza se ocupaba personalmente el obispo».