Imagen del Prendimiento en una de las fachadas de la iglesia, semioculta por una valla de obra. :: ESTEBAN
PATRIMONIO

Seis años sin Santiago

La Junta decretó su cierre en 2005 y hoy sigue la incertidumbre sobre su futuro

JEREZ. Actualizado: Guardar
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La ruina persigue a la Iglesia de Santiago. Si hace justamente seis años era la ruina arquitectónica la que amenazaba con su existencia, ahora es la económica la que se ha cebado con su complejo proceso de rehabilitación. El 12 de abril de 2005 la Junta de Andalucía decretó el cierre al culto del templo jerezano por riesgo de derrumbe y hoy, recorridos ya los primeros meses de 2011, nada parece despejado en el horizonte de un monumento que es Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1931.

Hace más de un año que la empresa que ejecutaba las actuaciones más urgentes en el edificio gótico -Cimtra- se declaró en suspensión de pagos y desde entonces la iglesia vive en un estado de semi abandono cada vez más evidente. Apenas faltaban dos meses de trabajo para dar por concluida la primera fase, por valor de 2.400.000 euros financiados por la Junta, que evita el derrumbe de un trozo de historia de Jerez cuando se torcieron las cosas. Lo más grave, sin embargo, es que la administración autonómica aún no tiene fecha concreta para el reinicio de los trabajos.

Ante tan triste efeméride, la delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado, se limitó a insistir en que «la noticia es que ya no hay ningún peligro de que el templo se caiga». La responsable achaca a la «mala suerte» y a la crisis la actual situación del edificio mientras espera a que concluyan los trámites administrativos de todo concurso público para que otra empresa se haga cargo de lo que falta: «Solo queda la adjudicación», dijo. En cuanto a la reapertura al culto, aseguró que «eso le corresponderá a sus dueños, o sea, a la Iglesia». Antes de que llegue ese esperado momento por muchos jerezanos «la Iglesia tendrá que sentarse a preparar una segunda intervención que haga posible la reapertura», añadió la titular de Cultura.

El responsable de Patrimonio de la Diócesis de Asidonia-Jerez, Enrique Soler, apuntó por su parte que «las administraciones no distinguen si la paralización de una obra afecta a un templo gótico del siglo XV. Estamos viendo qué posibilidades legales hay aunque nosotros no podemos hacer nada porque hasta el párroco tienen que entrar en la iglesia con el permiso del arquitecto». Como recordó el responsable de Patrimonio, «el convenio de rehabilitación recoge la cesión temporal de la titularidad de la parroquia a la Junta de Andalucía mientras duren las obras».

¿Segunda fase?

La esperada segunda fase de la intervención, más cercana ya a la reapertura, aún no ha llegado y «hacen creer que es la Iglesia la que no está interesada en que terminen las obras actuales porque somos nosotros los que tenemos que pagar la segunda fase», dijo Soler. Nada más lejos de la realidad ya que «estamos al pie del cañón y queremos que la iglesia recupere su uso», insistió. Para ilustrar aún más la paralización que sufre el proceso, Soler explicó que «llevamos dos años sin celebrar una ponencia técnica entre la Junta y el Obispado, que es donde se revisa todo. Nosotros estamos dispuestos a reunirnos cuando quieran», añadió el sacerdote.

Al poco de decretarse el cierre se sucedieron las visitas institucionales a la Iglesia de Santiago -la consejera de Cultura de entonces, Rosa Torres, la alcaldesa Pilar Sánchez y el anterior obispo Juan del Río, entre otros- mientras que hace casi dos años que apenas se ven autoridades por el templo jerezano.

Las populares hermandades del Prendimiento y la Buena Muerte no saldrán tampoco este año de su templo que se enfrenta, una vez más en su larga historia, a una complicada situación.