La odisea de Kubrick

Ser el creador de '2001: Una odisea del espacio' o 'La chaqueta metálica' son honores más que suficientes como para protagonizar el mayor evento cultural del año de la influyente Filmoteca francesa. Su flamante sede parisina, diseñada por el arquitecto estadounidense Frank Gehry, acoge desde ayer una interesante exposición sobre Stanley Kubrick, el cineasta estadounidense, considerado un visionario, demiurgo, creador constante y explorador de la técnica y el lenguaje cinematográficos.

'Kubrick, la exposición' aterriza en la capital gala con un rico despliegue de documentación cedida por la viuda del director, Christiane Kubrick. La ocasión perfecta para explorar «en 3D», como destacaron gráficamente los organizadores, el mundo ideado en dos dimensiones por el realizador, con maquetas que recrean ambientes de, por ejemplo, 'Espartaco' y 'La naranja mecánica', y objetos utilizados en los rodajes. «Fue el último director que escribía cartas», recordó ayer su esposa en la inauguración de la muestra, que exhibe numerosa documentación manuscrita del creador -cartas, apuntes, guiones-. Una fotografía con decenas de extras que yacen en el suelo -«les ponían números para que él pudiera identificarles y darles órdenes», desveló Christiane- se expone junto a carteles con grandes cifras procedentes del rodaje en España del 'peplum' protagonizado por Kirk Douglas y Jean Simmons.

Quien también se quedó impresionado por la abundancia de documentación disponible -carteles originales, correspondencia, guiones anotados, fotos de rodaje, vestidos y atrezzo original- fue Tim Heptner, uno de los comisarios de la muestra. «Necesitamos ocho meses para analizarlo todo», explicó, para acto seguido revelar que la intención de los organizadores era «echar un vistazo por detrás de la creación cinematográfica de un genio capaz de controlar todos los aspectos vinculados a la realización de un filme».

Heptner destacó los ejemplos de la polémica que rodeó a algunas de sus obras, como 'La naranja mecánica' -que se exhibirá en el cuarenta aniversario de su estreno durante el próximo Festival de Cannes-, un filme censurado y atacado en Reino Unido.

Los objetos que enseña la Filmoteca francesa, reunidos originalmente en Fráncfort por el Deutches Filmmuseum en 2004 y que han visitado ya Berlín, Melbourne, Gante, Zúrich y Roma, ofrecen testimonio tanto de los primeros pasos artísticos de Kubrick, desde sus comienzos en la revista 'Look', como de sus invenciones técnicas, entre ellas el uso del objetivo Zeiss Planar f/0.7 de la NASA en una cámara Mitchell BNC de 35 mm. Fue la que le permitió filmar las inolvidables escenas de 'Barry Lindon' a la luz únicamente de las velas, un prodigio técnico al nivel del de la 'proyección frontal', utilizada en '2001: Una odisea del espacio', y que el visitante puede comprobar en un decorado similar al del filme para ilustrar el origen de la humanidad.