Imagen de una redada en el Polígono San Benito, donde se detuvo a esta red presuntamente delictiva. :: LA VOZ
Jerez

Un clan de narcos será juzgado gracias a la denuncia de la madre de un cliente

La mujer advirtió a la Policía de que la banda le vendió droga a su hijo, menor de edad, y le habían amenazado por no pagarles

JEREZ. Actualizado: Guardar
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La Audiencia Provincial de Jerez acogerá la semana próxima el juicio por el que se sentará en el banquillo todo un clan familiar acusado de presunto narcotráfico. Lo curioso del caso es que la investigación, como confirmaron a este medio fuentes de solvencia, partió de una denuncia realizada por una madre en la que alertaba de que la banda le había vendido droga a su hijo, menor de edad, al que estaban amenazando por no haberles pagado.

Los agentes se pusieron manos a la obra y arrancó un dispositivo en el año 2004 que terminó con la detención e imputación de un total de nueve personas, acusadas de un presunto delito contra la salud pública. Como cuentan las mismas fuentes, Andrés M. A; su mujer, Esther G. G; su hija, Rosario M. G. y la pareja de ésta, Francisco A. S, se dedicaban al tráfico de cocaína y heroína en dos viviendas de su propiedad, ubicadas en la calle Palomino del Polígono de San Benito.

Otra acusada, Julia A. C, apodada 'la gitana', aseguran que distribuía los estupefacientes a gran escala y siempre en connivencia con la familia con la que compartía el negocio de la droga. Los anteriormente mencionados, por su parte, hacían lo propio a menor escala y se valían para ello de diversas personas, entre las que se encuentran otros cuatro imputados: Jerónimo G. V; Antonio F. V. N; Encarnación L. G. y Domingo G. G. Éste último, hermano de Esther G. G, se encargaba presuntamente de vender las sustancias en un bar de su propiedad, situado en la avenida León de Carranza.

Arresto en el bar

Las detenciones se produjeron el 13 de agosto de 2004, cuando Domingo G. G. solicitó por teléfono a su hermana que le llevara al bar una determinada cantidad de cocaína. Ella le envió a su yerno con la mercancía y éste fue arrestado por los agentes, que le intervinieron once papelinas por un valor de 300 euros. Rosario M. G. avisó de lo ocurrido a sus padres que intentaron sacar de su domicilio las sustancias que guardaban, pero fueron interceptados por la Policía.

En el registro llevado a cabo en la vivienda de la pareja, los funcionarios se incautaron de 70 gramos de cocaína, valorada en 4.200 euros; una balanza de precisión; casi 3.000 euros en metálico, joyas y teléfonos móviles. En casa de su hija Rosario y su yerno Francisco, los policías se hicieron con casi un kilo de cocaína guardada en una caja y cuyo precio aproximado asciende a unos 48.000 euros.

Por todo ello, la Fiscalía solicitará ocho años de prisión para las dos parejas y la presunta distribuidora a gran escala, Julia A. C, más una multa de casi 100.000 euros. En la misma línea, pedirá seis años para el resto y la una multa similar, mientras que una persona que también estaba imputada inicialmente no será juzgada, al no haberse hallado indicios suficientes que apunten a su implicación.