TELEVISIÓN Y RADIO

Los trapos sucios se lavan en la tele

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¿Quién no ha discutido alguna vez con un colega del trabajo? Ocurre hasta en las mejores oficinas, aunque el asunto no suele pasar del chascarrillo general a la hora del café. Algo más trasciende cuando uno tiene dos millones de personas escuchándole despotricar contra el compañero o el de la competencia. Eso se estila mucho en la tele, cada vez más. Y no hablamos de los shows entre examantes que van a ponerse verdes previo abono de un generoso cheque. Sino de los que se ponen a parir gratis. Porque se sienten ofendidos, porque se les calienta la boca, porque quién sabe si aquello no acabará haciéndoles ganar audiencia... Jordi González, Patricia Conde y Cristina Tárrega son los últimos en levantar la voz en la tele. Se han llamado de todo menos bonitos.

En el epicentro de la polémica, la presentadora de 'Sé lo que hicisteis' (La Sexta). Le caen por todos los lados, porque el programa ha levantado muchas ampollas. Aunque ya no les dejan, han estado mucho tiempo haciendo mofa de cuanto veían por las otras cadenas. Y ni pizca de gracia les hacía a algunos. Juanjo Piugcorbé se lo dejó bien clarito, cuando les deseaba que se «hundieran». Días después, Cristina Tárrega, una de las víctimas favoritas de las bromas de 'SLQH', aplaudía a Puigcorbé: «Ha dicho algo que muchos hubiéramos querido decir más de una vez a ese programa». Oído cocina. Patricia Conde contraatacaba diciendo que Tárrega «es más ordinaria que Carmen de Mairena comiendo un kebab». Y la de Telemadrid (y colaboradora de Ana Rosa Quintana) quiso decir la última palabra: «Patricia lo que tú digas, porque eres estupenda, pero eso que hace ella de '¡ah!' (imitando el gesto de Conde en su anuncio de Tampax) a las demás nos cuesta mucho más».

Sin tiempo para responder, a la ex Miss Palencia le llegaba otro dardo envenenado. Esta vez de Jordi González (Telecinco): «Patricia Conde aún no ha aprendido a leer el cue y ya es un poco tarde para esperar que llegue a hacerlo». Pero al mismo tiempo se le abrían nuevos frentes al presentador de 'La Noria'. Víctima del Twitter, hizo lo que otros, escribir sin pararse a pensar en las consecuencias. A raíz del lamentable comentario sobre el «chica, chico, chique» que hizo el presentador de Intereconomía Xabier Horcajo en referencia a Carla Antonelli, González tuiteó su crítica: «Lo de esta gentuza es intolerable». Y el aludido respondió a Jordi y a «los telebasurillas de este país»: «Tiene guasa que el de 'La Noria' venga a dar lecciones de periodismo».

Pero una usuaria de Twitter fue más allá: «Que esto (en referencia al calificativo de gentuza con que Jordi 'adornó' a Horcajo) lo diga uno que trabaja en la telebasura de Telecinco es para descojonarse». Y entonces Jordi explotó: «Telebasura tu puta madre, guapa». Lo que provocó un encendido debate en la Red (luego Jordi se disculpó, pero eso quedó en segundo plano).

«Tú eres gilipollas»

Jordi no es el único que se desahoga en Twitter. También Andreu Buenafuente. Sin imaginar la polvareda que iba a levantar, hace unos días expresaba su adhesión a la lucha contra el maltrato animal. «Libia en plena guerra y la preocupación de Buenafuente y otros es el maltrato animal. Vaya tela», opinó un internauta. Y al presentador de La Sexta le faltó tiempo para responder: «Tú eres un gilipollas. Yo, aquí, digo lo que pienso. La buena gente es cojonuda y enriquecedora. A los gilipollas, hay que decírselo. Y a lo nuestro». Menos furibundo que entonces se mostró hace un par de años, cuando invitó a su amigo Sardá al programa y este le dio plantón: «Suelo respetar las negativas de los invitados, pero en este caso se me antoja que no, viene cargado de falta de compañerismo. Nadie como Sardá para conocerme», le afeó. Un año después, Sardá le complacía y se sentaba en su programa: «Me enfadé porque te quiero un poco», le confesó Andreu.

Así que viendo el percal uno casi echa de menos los enfrentamientos sanos entre María Teresa Campos y Ana Rosa Quintana. Hace un par de años, se entrevistaban. Mutuamente, porque aunque la entrevistadora era Ana Rosa y Campos la entrevistada, aquello fue un 'toma y daca': «El año pasado me ponían a las dos de la mañana y éste a las ocho», le contaba María Teresa a su colega. «Pero tú qué quieres, ¿que te den mi horario?». «No me lo darías tú, me lo daría Telecinco porque no es tuyo. Y vamos a dejarlo porque la estamos liando...». Pero la cosa no pasaba a mayores.