Las familias se implican con las escuelas para luchar contra el fracaso

Las madres y padres pertenecientes a la Confederación Andaluza de Ampas (Codapa) han recogido el guante que lanzó el martes el consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, para luchar contra el mal endémico de las escuelas andaluzas: el fracaso escolar. Esta lacra social se sitúa en el porcentaje del 40% en la comunidad escolar andaluza. Hace unos días, De la Chica anunció que se duplicará el tiempo de lectura del alumnado de Primaria, de tal manera que se dedicará una hora diaria a la lectura en las aulas. El objetivo es mejorar la competencia lingüística del alumnado, como primera herramienta para luchar contra el fracaso.

Ayer mismo el presidente de la Codapa, Francisco Mora, quien consideró que el debate propuesto desde la consejería abordará muchas de las reivindicaciones que los padres y madres ha venido realizando durante los últimos años, por lo que el peso de las familias en la proposición de nuevas medidas es esencial en esta fase inicial. «Queremos recoger la mano tendida desde la administración, participando y apoyando el diseño de nuevas acciones que supongan una mejora del proceso educativo, máxime cuando existe un compromiso de financiación adecuada a un planteamiento a medio plazo», señaló Francisco Mora.

El refuerzo del valor de la lectura en Primaria y de la expresión oral y escrita ha sido una de las medidas mejor recibidas por las familias, al igual que el refuerzo de la formación del profesorado, según apuntaron en un comunicado a los medios. «Padres y madres somos conscientes del esfuerzo que realiza el colectivo de profesores en el día a día de la enseñanza, por eso creemos en la necesidad de una mejor formación inicial y continua que dote a estos profesionales de mejores herramientas para su labor docente», apuntó el presidente.

Un responsable por niño

Durante la reunión con el consejero, los representantes de Codapa abordaron también la cuestión del borrador de la nueva orden de convivencia. El día a día en un colegio ha cambiado tanto en las últimas décadas que la administración andaluza está buscano recursos para responder a las nuevas situaciones. Se plantea incluso la figura del tutor o delegado familiar para la educación, con la idea de que la escuela tenga un interlocutor reconocido para tratar asuntos del menor, ya que en muchas ocasiones no hay ningún adulto que se responsabilice de la evolución del niño en el colegio. En este ámbito, las familias van a contar con una regulación que respalda su implicación en la educación de sus hijos, ofreciéndoles la oportunidad de trabajar más activamente dentro de los centros, tal y como se venía reclamando desde las asociaciones de padres y madres.

La atención adecuada de los alumnos que cometen faltas en el plano de la convivencia de los centros es una de las medidas más demandadas por la Confederación. Una necesidad que se ha recogido satisfactoriamente en el borrador de la orden de convivencia, y que va a permitir a los colectivos implicados en la educación alternativas a la simple expulsión del alumno. «Es una novedad que cuando a los chavales se les expulsa por una falta grave, tener la posibilidad de recibir asistencia educativa a través de las Ampas, el ayuntamiento o los servicios sociales», señaló Mora. Esta medida, en opinión de Codapa, va a permitir que el joven expulsado pueda reincorporarse con la máxima normalidad posible.