El Villarreal anula al Nápoles en San Paolo y logra un gran empate

La eliminatoria entre el Villarreal y el Nápoles se resolverá dentro de una semana, la noche del día 24, en El Madrigal, después del empate sin goles en San Paolo, donde el equipo español sacó un resultado esperanzador, aunque peligroso, para sellar el pase a los octavos de final de la Liga Europa. Después de dos derrotas consecutivas en el campeonato liguero, conseguir salir airoso y no encajar ningún tanto ante el segundo clasificado del 'Calcio' y revelación del fútbol continental que cuenta con el máximo goleador del fútbol italiano se puede considerar un éxito para un Villarreal que, a pesar de que no jugó un buen partido, demostró mucho oficio. Fue un choque con contadas ocasiones, pero también le salvó al 'submarino amarillo' Diego López, aunque la derrota habría sido inmerecida. También De Sanctis evitó 'in extremis' el triunfo del Villarreal, tras un trallazo centrado de Borja Valero, el único peligro ofensivo de los españoles en una tarde-noche de escasas emociones.

El delantero uruguayo Cavani no pudo mantener su racha frente al equipo de Juan Carlos Garrido, que acusó ausencia de fútbol en el medio campo, aunque supo contener al animoso conjunto transalpino que intenta reverdecer viejos laureles en Europa. Cavani marcó de cabeza en el minuto 72, pero lo hizo en fuera de juego, y a continuación Lavezzi dispuso de su mejor oportunidad, pero la mano de Diego López impidió el triunfo del Nápoles cuando los italianos habían tocado a rebato, lanzados a la desesperada sobre la portería de los castellonenses, aunque no tuvieron continuidad. El Villarreal, bastante más preocupado por defender que por atacar, apenas llegó en todo el choque a las inmediaciones del área local ni tuvo oportunidades de gol, por lo que Rossi, el italiano de New Jersey, pasó desapercibido. El goleador del 'submarino' no acabó el partido, como tampoco Marcos Senna, lesionado al comienzo de la segunda parte.

Jugó a rachas el Villarreal y hubo escasa conexión entre el centro del campo y la delantera del Villarreal, porque ni Borja Valero, tirado a la derecha, ni Cazorla, tuvieron una buena tarde. No pudieron ofrecer una chispa de calidad frente a un pegajoso Nápoles al que al final le pesó demasiado el esfuerzo físico después de tanta brega en la medular. Le imprimieron mucho más ritmo al partido los italianos, que intentaron llegar por banda, pero la defensa del conjunto castellonense se dejó sorprender en pocas ocasiones. Y cuando ocurrió, siempre respondió su portero, atento en todo momento en los mano a mano. Cavani, de quien tanto depende este Nápoles, ya que esta temporada suma 20 goles en la Liga italiana, prometía mucho, pero decepcionó, aunque para quedarse seco tuvo mucho que ver la concentración defensiva del Villarreal, que a falta de fútbol brillante opuso fútbol control y le salió cara. En la vuelta el gol ya sí que será una obligación.