Agradecimientos a la planta de paliativos

Una vez pasado un poco el duro trance de la irreparable pérdida de mi Sra. Dª. María de la Paz Luna Cornejo el día 31 de enero, quiero desde esta columna, mostrar mi agradecimiento, y darles las gracias de todo corazón, a todo el personal tanto del área de Observación en la que ingresó el día 3 de enero, pasando luego por la mañana a la planta de Hematología, donde estuvo ingresada en la habitación 927 hasta el día 6 de enero, pasando luego a la planta de Oncología habitación 943, donde incluso le visitaron los Reyes Magos, luego por desgracia el día 12 de enero tuvo que pasar al área de Paliativos habitación 804, donde por regla general es para que los enfermos pasen los días que puedan quedarles, con una atención y unos cuidados, además de una calidad de vida que alivie sus dolores y sufrimientos, pues a pesar de todo, ahí algunos que se medio recuperan, y se les da el alta, cosa de la que me alegro por sus familias, pero este caso no fue el mío.

Porque después de luchar mi señora contra esta maldita enfermedad, que tanto miedo nos da el nombrar como es el CÁNCER, falleció como digo al principio, pero siempre estuve a su lado, cosa que recomiendo a todos los que tengan el mismo problema, pues reconforta al enfermo, y además, con la satisfacción de que pudo conocer a su segundo nieto, nacido el día 14 de enero, mientras luchaba en Paliativos.

Este agradecimiento extensivo a toda la planta de Paliativos, lo hago extenso y valga la redundancia porque se lo merecen, a todo el personal, y no doy los nombres para no olvidarme de ninguno. Pero yo a pesar del dolor, siempre digo que es de bien nacido el ser agradecidos, por eso desde el fondo de mi corazón, os doy las gracias, y os estaré agradecido eternamente, por vuestro comportamiento y buen hacer como profesionales en esa planta de Paliativos.

Un fuerte abrazo, no cambiar nunca, los enfermos que se van desde donde estén, siempre os lo agradecerán, y si hay alguno reacio a esa creencia yo lo hago en nombre de todos..