Progresisto o progresista

Vivimos tiempos de titulitis. Y con la 'santa inquisición' hembrista, antimachista, de falaz igualitarismo de género, todo quisque o quisca, miembro o miembra, ciudadano o ciudadana, aspirante o aspiranta a carguete o cargueta, exhibe su título, s u profesión de lo que sea: electricisto, economisto, perita, pianisto, ingeniera, sindicalisto, médica, ebanisto, escayolisto o taxisto...

Tampoco en 'mi gremio' nos libramos. Algunos -después un simple barnizado en un taller clerical- presumen, alardean de cannonistos, pastoralistos, liturgistos, catequistos, escrituristos y hasta patrólogos y exequiólogos...

Pero donde más se nota es en los aspirante sy aspiranta a concejales y concejalas. Aquí a falta de profesión u oficio conocido basta con lo de 'estudios de' también vale lo de 'De profesión: progresista'. Lo ha escrito A. Burgos: «Son progresistas con carné. Un carné maravilloso, porque no es por puntos, como el de conducir».

«¿Y qué es ser progresista, hijo mio? ¿Decir que los 4 millones de parados tiene la culpa la Banca? ¿Estar en contra de la pena de muerte... en China, pero a favor del aborto y la eutanasia en España? ¿Prohibir los toros y el trabajo? ¿Negar la religión, católica que no el Islam? Porque los progresistas, hijo, decís todos que sois agnósticos o ateos, pero gracias a vuestro carné vivís como Dios».

Bueno, pues eso. Progresisto o progresista.