Editorial

Detenciones sin tregua

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Las detenciones de diez jóvenes integrantes de diversas estructuras ilegales de la izquierda 'abertzale' no solo demuestran que el Estado de Derecho actúa en la persecución de toda actividad presuntamente delictiva; indica también que en la órbita de ETA coexisten solidariamente posturas que en ocasiones parecen diferenciarse hasta un disenso rayano con la ruptura. Es lo que cabría deducir si se confirma que el hijo del portavoz de la izquierda 'abertzale' que más distante se ha mostrado respecto a la perpetuación de la banda, Txelui Moreno, participaba en el restablecimiento de Ekin como mecanismo de control político de ETA sobre las organizaciones que se mueven a su alrededor. La izquierda 'abertzale' y quienes con ella forman parte del llamado Acuerdo de Gernika -EA y Aralar- coincidieron ayer en criticar las citadas detenciones porque a su entender vendrían a obstaculizar «el proceso abierto». En el fondo advirtieron de que la actuación de la Audiencia Nacional y de los cuerpos policiales que procedieron a los arrestos podía dar la razón a los sectores más inmovilistas, léase al núcleo duro de ETA. Pero en realidad las detenciones de ayer pondrían a prueba la solidez del mencionado 'proceso' y la voluntad de sus valedores.