Moda gaditana por una buena causa

Ni Milán, París o Nueva York. Ayer la capital de la moda fue Cádiz. Al menos, de la moda solidaria. Comercios y empresas de hostelería de la ciudad organizaron en la tarde de ayer un desfile con el objetivo de recaudar fondos para la asociación Nuevo Futuro. Goya, Wydo, Karen, Dorcan, Paqui Barroso, Jaime Montero, Miguel Sepúlveda o Pablo Lanzarote cedieron sus productos para una pasarela sin igual. El claustro de San Francisco se convirtió en un salón de la moda por el que desfilaron niños, modelos profesionales e incluso mascotas. La lluvia obligó a modificar la pasarela, por lo que las galerías del claustro albergaron tanto a los modelos como al público. «Ha habido que cambiar lo previsto por la lluvia. Sin embargo, espero que la gente se anime a contribuir con una causa solidaria», puntualizó momentos antes de comenzar la organizadora del evento, Josefa Díaz, propietaria del Hotel Las Cortes y la Zapatería Wydo. El deseo de Díaz se cumplió conforme avanzó la tarde. El evento (con una entrada de 10 euros) comenzó a medio gas para ir llenándose a medida que pasaban las horas.

Los pequeños fueron los encargados de romper el hielo con disfraces y modelos de la tienda infantil Goya. Lola Gómez, con tan sólo un año y medio, fue una de las clientas de la tienda que se animó a desfilar. Junto con otra pequeña paseó con soltura disfrazada de enfermera. «Ella no se asusta. Yo creo que yo soy incluso más cortona», explicaba divertida su madre, Cristina Noya.

Tras los modelos de Goya, Paqui Barroso aportó sus trajes de comunión para niñas. Fue entonces cuando llegó el momento de los sorteos: dos noches en el hotel Las Cortes, una merienda en su cafetería y productos de empresas colaboradoras como LA VOZ alegraron la tarde a muchos de los presentes. Para ese momento, las voluntarias de Nuevo Futuro ya andaban de allá para acá con la merienda, elaborada por ellas mismas. La noche concluyó con un nuevo desfile. Esta vez fueron las modelos profesionales del diseñador de complementos, Jaime Montero, las que llevaron hasta la improvisada pasarela sus propias creaciones además de las joyas de Sepúlveda o los modelos de fiesta de Lanzarote. En definitiva, moda gaditana por una buena causa.