«Sufrimos la crisis como todos los mortales»

El nuevo año le brindará la posibilidad de enfrentarse a uno de los retos más bonitos de toda su carrera. Mientras tanto, el elegido como nuevo decano del Colegio de Abogados, Marcos Camacho, continúa desempeñando con humildad su todavía cargo como tesorero y se muestra ilusionado ante la perspectiva de poder representar a sus colegas y poner su granito de arena para mejorar las condiciones del colectivo.

-¿Con qué se va encontrar cuando acceda al cargo?

-El Colegio, como llevo ocho años de tesorero, me lo voy a encontrar estupendamente. El trabajo económico que hemos hecho ha sido exhaustivo y las cuentas están bastante saneadas, aunque no nos sobra mucho dinero porque somos un Colegio pequeño que hace muchas cosas. El conocimiento de todos estos años de tesorería me va a permitir saber realmente qué cosas se pueden acometer y cuáles tendrán que esperar un poco.

-¿Qué cree que ha llevado a los colegiados a decantarse por usted como alternativa al decanato?

-Creo que el conocimiento que tengo del Colegio ha sido determinante. Cuando uno hace un buena labor, al final está recompensado. Luego me ha ayudado mucho el hecho de que la junta de gobierno haya trabajado muy bien, obviamente también la labor de nuestro decano, que ha trabajado muchísimo y ha hecho que el Colegio no haya estado paralizado y se hayan acometido muchísimos proyectos.

-¿Su política entonces al frente del Colegio será de continuidad?

-Va a ser de continuidad en lo que se refiere a trabajo y a colegio de puertas abiertas a los compañeros, es la línea que ha mantenido el decano y la junta de gobierno. En cuanto a eso sí habrá continuidad, así como en los proyectos que ya están en marcha y que deberemos verlos finalizados en estos cuatro años. Pero también es algo nuevo, porque hay otra persona que estará al frente de la tesorería y yo pasaré de proponer gastos a proponer ahorro y habrá que ver cómo responde el nuevo tesorero ante mis peticiones de nuevos proyectos.

-¿Qué cambios se producirán?

-En cuanto a proyectos, hay algunos que ya están en marcha como la universalidad de la sanidad, que esperemos que en febrero tengamos noticias más concretas, ya que Rubalcaba ya anunció que iba a tomar medidas a este respecto. Otra de las cosas que ya están en marcha es la obra social, de lo que se van a beneficiar mucho todos nuestros colegiados, que a partir de enero posibilitará que todas las personas que quieran acogerse puedan disfrutar de sus actividades. También tenemos en mente fundar la Agrupación de Jóvenes Abogados y con ello los jóvenes podrán tener un sitio permanente en nuestro Colegio y hacernos llegar su punto de vista y sus necesidades.

-Hablando de los abogados como colectivo, ¿cómo definiría su estado en estos momentos?

-Aunque se dice que en esta época de crisis los abogados han ganado mucho dinero y les ha ido muy bien, no se trata de ninguna norma general. Ha habido abogados, que pueden ser los que se hayan dedicado al asesoramiento de entidades bancarias o especializados en temas laborales, que sí que pueden haber visto en esta crisis cómo han aumentado sus ingresos, pero la mayoría de los abogados están sufriendo la crisis como todos los mortales. Es tiempo de gastar con cabeza, de guardar y de formarse y mejorar los despachos para cuando la situación mejore. Hay muchos abogados que lo están pasando mal en esta crisis.

-¿Qué queda por hacer en Jerez que resulte indispensable para la abogacía?

-Para que el justiciable esté contento con la justicia, lo primero que tiene que ofrecérsele es una justicia decorosa y ahora mismo con los distintos juzgados repartidos en las distintas sedes judiciales no se le está tratando con ese decoro. Creo que la unificación de las sedes es un compromiso que debe conseguirse. Sé que no es fácil, creo que todo reside en la falta de dinero, porque en los Presupuestos de la Junta de Andalucía desgraciadamente no se contempla ninguna inversión en justicia para la ciudad de Jerez. Mientras no se consignen cantidades, todo lo que se hable caerá en saco roto. Esa unificación haría que la justicia fuera más dinámica, porque hoy en día cuando se interpone una reclamación en un juzgado se tarda un año en tener la sentencia.

-Las condiciones del turno de oficio constituyen uno de los principales caballos de batalla de los letrados. ¿En qué punto se encuentra esta lucha?

-Es una reivindicación que los colegios de abogados llevan haciendo desde hace mucho tiempo. Somos el único colectivo que está obligado por ley a prestar un servicio como es el de la asistencia jurídica. Nosotros lo cumplimos con creces, en los colegios se atiende a las personas que demandan asistencia gratuita y son abogados que están perfectamente formados. La Junta debe entender que un servicio que se presta con absolutas garantías ha de estar compensado no sólo justamente en lo económico sino también puntualmente. Se hacen muchas demandas para que esto se cumpla, pero nos volvemos a encontrar con que no se liberan estos pagos y tardamos mucho en recibir compensaciones. En el Colegio de Abogados hemos intentado paliar esto y tenemos un sistema de adelanto de los turnos de oficio de aquellos abogados que lo necesitan; pero claro, esto es un parche.

-¿Cree por tanto que la justicia no supone una prioridad para la Administración?

-Mi opinión personal es que la justicia no da votos. Si realmente diera resultado en las urnas, sí se pondría en valor. Creo que se invierte muy poco en justicia, y de ahí la justicia que tenemos. Tenemos profesionales estupendos, que trabajan denodadamente y de sol a sol, pero no es suficiente. Por muchas horas que puedan echar los funcionarios, no sale como debiera. Todos los juzgados de Jerez están haciendo como un 15% ó un 20% más de trabajo de lo que deberían sacar adelante y ello provoca el colapso.

-Es fácil deducir con ello que los ciudadanos tampoco están satisfechos con el sistema.

-Yo entiendo que los ciudadanos no deberían estar contentos con la justicia, como no están contentos los jueces ni los abogados. Es una pena que habiendo tan buenos profesionales no se les dote de medios para que la justicia sea efectiva. Una justicia lenta no es justicia.

-Tras los cuatro años que le quedan por delante, ¿cómo le gustaría que le recordaran al frente del Colegio?

-Me gustaría que me recordaran como una persona que ha cumplido los proyectos previstos, que ha trabajado por engrandecer la imagen pública del Colegio de Abogados y como alguien que ha sido humilde en lo que es, pero también ambicioso.