Zapatero teme que Wikileaks afecte a la seguridad del Estado

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, considera que las filtraciones de Wikileaks merecen «un juicio de preocupación» para los servicios de seguridad del Estado y su funcionamiento, si bien limita el alcance de lo filtrado al considerar que se trata fundamentalmente de «opiniones».

«El proceso por el que se han producido estas opiniones a todos nos debe merecer un juicio de preocupación por el funcionamiento de los servicios de seguridad del Estado», afirmó el líder del Ejecutivo a su llegada al Congreso de los Diputados, donde se celebró el aniversario de la Constitución Española.

Zapatero reflexionó acerca de las opiniones de los funcionarios de la embajada estadounidense que se recogen en dichos documentos. «Las podrían haber comentado seguramente de otra manera, públicamente», manifestó al respecto, aunque también aconsejó «situar las cosas en su sitio».

Sus palabras se escucharon con motivo de un nuevo capítulo de las filtraciones de Wikileaks. Ayer salieron a la luz las valoraciones que los diplomáticos estadounidenses destacados en Madrid durante 2009 realizaron sobre el Rey Juan Carlos y las principales figuras del Gobierno socialista. Así sobre el monarca, se asegura en los cables enviados a Washington que «tiene una buena disposición hacia EE UU, pero siempre actuará en beneficio de lo que él perciba que son los intereses de España», y se le sitúa en un plano de «formidable aliado» allí donde coincidan los intereses de ambos países.

Sobre el presidente del Gobierno, el anterior embajador en Madrid, Eduardo Aguirre, dice que es «un político astuto con una asombrosa habilidad, como un felino en la jungla» al que resulta «peligroso minusvalorar». «Se dirige más al gallinero que a los de la primera fila y no sacrifica su punto de vista ante ningún tema», añade.

El más listo

El actual vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, también es objeto de análisis. «Muy capaz, serio, y encantador», es el miembro «más impactante» del Gobierno y un aliado «muy útil y poderoso», definen los diplomáticos. Según Eduardo Aguirre, «se ve a sí mismo como la persona más inteligente del Gobierno, pero sin sentir chulería por ello. Es lo bastante listo como para saber que necesita al Gobierno americano en temas de antiterrorismo y, por ello, se ha mostrado cooperador con los interlocutores americanos».

Uno de los ministros que peor parado sale en las informaciones enviadas al departamento de Estado es el titular de Fomento, José Blanco. De él se dice que «ha dejado un mal sabor de boca a algunos interlocutores americanos en el pasado, para los que era especialmente una persona no fiable. Blanco tiene una indefectible idiosincrasia particular: no mira a los ojos de sus interlocutores cuando estrecha la mano. Más aún: tiene fama de ser muy rudo en temas políticos, algo con lo que aparentemente disfruta». Sí se destaca un futuro brillante para la titular de Defensa, Carme Chacón, a quien sin embargo se le achaca una cierta inexperiencia fruto de su juventud. A pesar de ello, se reconoce que se ha convertido en un verdadero activo de Zapatero por saber venderse bien.

Otro de los principales valores del PSOE de cara al futuro es el secretario de la Oficina del Presidente, Bernardino León. «Es un interlocutor listo y admirable, muy bien relacionado, al que Zapatero escucha. Es el chico de oro del Gobierno y su influencia está en alza», se afirma.

La embajada también hizo referencia en su informes al presidente del Congreso, José Bono, al que ve como un «sabueso mediático» del que se intuye que muchas de sus gestiones pueden ir orientadas a su «propio engrandecimiento».