Gasol y Kobe Bryant son dos de los actores principales de esta competición. :: LA VOZ
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El anillo, entre Pau, Kobe y LeBron

Oklahoma se presenta como el gran rival de los Lakers en el Oeste, y Boston y Orlando son los más peligrosos de los Heat en el Este El anillo de la NBA, que abre mañana el telón, pasará por California y Florida

MADRID. Actualizado: Guardar
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Mes y medio después de la conquista del título mundial por parte de Estados Unidos, mañana se abre el telón de la NBA, donde por segundo año defiende anillo Pau Gasol, convertido ya en leyenda de los Lakers y de la Liga norteamericana. A la espera de despedirse con la selección en los Juegos de Londres para intentar ganar el oro olímpico, su reto es ahora proclamarse campeón de la NBA tres veces consecutivas, algo que sólo han conseguido los angelinos en dos ocasiones, la última, entre 2000 y 2002. También fue con Kobe Bryant, que tras igualar los cinco anillos de 'Magic' Johnson aspira a alcanzar los seis de Michael Jordan en una temporada en la que sólo los Heat de Miami, con LeBron James al frente, deberían interponerse en el camino del que es el mejor equipo de la década.

El anillo de 2011 pasa por Pau, Kobe y LeBron, con permiso de Kevin Durant (Oklahoma), la estrella que deslumbró en el Mundobasket de Turquía, y del 'Big Three' de Boston (Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen) ahora acompañado de los dos O'Neal; y de otro 'gran trío', el formado en Orlando por Dwight Howard, Vince Carter y Rashard Lewis. Astros de un exigente campeonato que, al igual que el béisbol, el fútbol americano y el hockey sobre hielo, no acata el estricto código mundial antidopaje, pero ha puesto freno al 'doping' tecnológico al haber prohibido unas revolucionarias zapatillas con muelles que permiten a los jugadores saltar hasta ocho centímetros más. No es preciso más espectáculo ni polémicas innecesarias en una Liga que se ha embolsado más de 3.000 millones de euros de sólo en seis años, procedentes e sólo tres cadenas de televisión estadounidenses, y que llega a 215 países, aunque tampoco escapa de la crisis y ha previsto cerrar este ejercicio con unas pérdidas de casi 300 millones.

En la nueva temporada pretende remontar, ya que los aficionados han vuelto a llenar los pabellones y la venta de entradas es una de sus principales vías de financiación junto a la de productos oficiales, la comercialización de los derechos de televisión, el canal corporativo de la NBA y los patrocinios. La Liga se debe relanzar económicamente porque no pone límites a su expansión, insiste en ampliar sus mercados en Asia y Europa, y mantiene a ocho decenas de extranjeros que representan nada menos que a 35 naciones, aunque entre los de fuera el único que realmente manda, y reina, es Gasol. Calificado ya como el mejor pívot de la actual NBA, capaz de doblegar en la pintura a quienes antes podían asustarle por su poderío físico: 'Superman' Howard, Kevin Garnett.

La representación de España se ha reducido con el regreso de Sergio Rodríguez a la ACB, pero continúan cuatro campeones del mundo, en franquicias con muy diferentes expectativas, aunque la mayoría tiene un papel estelar. Pau y Marc Gasol, José Manuel Calderón y Rudy Fernández, aunque al escolta mallorquín ya le han costado dos multas expresar su deseo de abandonar ya la NBA y regresar a Europa, donde su destino, salvo sorpresa con el Madrid, sería el Barça. Precisamente, en la jornada inaugural se estrenan los Lakers y los Blazers, que reciben a Houston y Phoenix, respectivamente.

Trío de lujo en Miami

El partido del pistoletazo de salida será el que protagonizarán horas antes Boston y Miami, dos de los grandes candidatos a al título. Podrían disputar la gran final si no fuesen de la misma conferencia, en la que aparecen hasta tres aspirantes del Este, porque a ellos se suma Orlando. En el Oeste, sin embargo, los únicos que a priori pueden poner en peligro la hegemonía de los Lakers son los Thunder de Oklahoma, siempre que los angelinos, a quienes Gasol insiste en reclamar que no pierdan el hambre, no se duerman y se arriesguen a perder la ventaja de cancha en una hipotética final que en el último campeonato resultó clave. Esta vez, la resolución del anillo debe estar entre California y Florida.