El otro Javi López

Lo vimos demasiado serio. Desde el primer minuto ya sabíamos que no íbamos a tener la ironía de Lucas Alcaraz, la sonrisa de Esteban, el compadreo de Pepe Murcia, la humildad de Miguel Ángel, la pasividad de Casuco, el aislamiento de Ziganda o la profesionalidad de Gorosito. Cada entrenador es un mundo de cara a los periodistas y cada uno tiene una característica que todos los profesionales de la comunicación llegamos a detectar casi desde que entra por la puerta de la sala de prensa de Chapín.

Pero en el caso de Javi López fue diferente. Al igual que pasó con Ziganda, el pasado ya le había metido un gol al técnico catalán del Xerez antes de ponerse ni siquiera a entrenar. Las comparaciones con Néstor Gorosito en esta ocasión más que odiosas fueron injustas, ya que poco o nada tienen que ver. Como en la lluvia, que no hay dos gotas iguales, en el fútbol no hay dos entrenadores iguales, y eso en Jerez lo hemos podido comprobar.

Pero al igual que Esteban, la sombra del Pipo es muy larga, y eso sombreó el ánimo de un Javi López que ayer en la Cadena Cope volvió a sonreír. El catalán fue el invitado de la tertulia de la emisora jerezana y mostró su auténtico rostro, posiblemente ese que no se ve desde que abandonara el banquillo del Salamanca. Y no fue sólo porque ahora los resultados sí que acompañan, sino porque abordó el tema tabú al hablar de Esteban, Gorosito o Ziganda.

Hay que reconocer que se ha sido muy injusto con este entrenador. Y no lo digo sólo por los medios, quienes a veces tiramos la piedra y escondemos la mano, sino por una buena parte de la afición que no veía más allá de Gorosito, como en su momento lo hicieron con Camuñas, Yordi, Momo o el propio Esteban. Los resultados serán los jueces, mientras tanto, del destino de López.