Presentan 21 propuestas para el segundo gran monumento de la Constitución de 1812

Superar o al menos igualar el monumento que se hizo en el primer centenario de la Constitución de 1812. Ese es el desafío, aunque de momento no se sepa qué lugar concreto ocupará la escultura, el monolito o el 'hito', como se le denomina oficialmente.

Ayer terminó el plazo para presentar proyectos al concurso de ideas convocado antes del verano por el Ayuntamiento. Hasta el cierre de la convocatoria (las 13.00 horas) se recibieron 12 propuestas en el Consistorio y el aviso de que otras nueve llegarían por correo. Son en total 21 concursantes, a los que podría sumarse algún otro si se recibiera en estos días, pero siempre que se hubiera enviado dentro del plazo previsto.

Se trata, no sólo de configurar ese monumento al Bicentenario, sino también reurbanizar todo el frente marítimo, desde la plaza de Sevilla hasta la misma plaza de España.

No es la primera vez que se saca este concurso de ideas. El anterior, convocado hace tres años en colaboración con el Colegio de Arquitectos de Cádiz y la Academia de Bellas Artes, quedó desierto. Entonces se pensó en la plaza de Sevilla como la ubicación ideal. Eran otros tiempos en los que aún se tenía la esperanza de que esta plaza estuviera configurada ya en 2012 como un intercambiador de transportes. Sin embargo, después de que el jurado decidiera no conceder el premio a ninguno de los participantes por entender que no tenían la suficiente calidad, se optó por cambiar la localización y se habló de un eje que iba desde el monumento del primer centenario a la zona donde se ubica la estación de Renfe.

Alusiones al esfuerzo

En ese sentido, hay que apuntar que este concurso elaborado ahora por el Ayuntamiento diferencia dos asuntos: por un lado la reordenación de todo ese frente que viene a coincidir con el del muelle ciudad y por otro lado, el diseño del monumento o hito, que además de recordar los 200 años de la Constitución, también deberá hacer alusión al «esfuerzo que la ciudad de Cádiz está realizando para este evento», según consta en las bases. Sin olvidar que debe servir «como símbolo fortalecedor de los lazos de unión que España, a través de Cádiz y de su Constitución Bicentenaria, mantiene con el resto del mundo: muy especialmente con los países iberoamericanos en tanto en cuanto pueblos hermanos de España; decididamente con el resto de los países de Europa (...) y el resto de pueblos de la Tierra».

Tampoco pasa por alto el texto la idea de pedir a los participantes que reflejen la «unión indisoluble de la Sociedad Española y sus Cortes».

Pese a que se otorga libertad, en la disciplina artística que se elija, sí se exige que «estas alusiones puedan manifestarse físicamente y sean perceptibles con los sentidos en la plenitud que merece esta ocasión y este lugar». Es decir, se orientaba a los que quisieran presentar sus propuestas a huir de los simbolismos o de lo excesivamente abstracto.

Los participantes en el concurso deberán definir su propuesta de intervención en todo este ámbito, «observando la relación de la ciudad con el mar, la integración del muelle, y la importancia de edificios como la estación, el Ayuntamiento o elementos como las murallas, el monumento del primer centenario y el muelle. También deben tener en cuenta las últimas obras realizadas (el parking de Canalejas y la nueva urbanización) y los que están por llegar: la remodelación de San Juan de Dios y la de la plaza de Sevilla.

Se trataría de generar un «hito espacial y temporal entre las dos plazas, de tal forma que el amplio recinto sea focalizador y punto de encuentro entre el pasado y el presente, y entre la ciudad y el mar». Pese a que no lo dice, el concurso también puede incluir la zona del muelle ciudad, a pesar de que ésta pertenece a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC).

La ciudad ha puesto los ojos en este espacio desde hace tiempo, con la idea de incorporarlo a la ciudad. Ahora que se está más cerca de liberarlo de los camiones y ro-ro que tapaban la vista del mar desde la avenida del Puerto y San Juan de Dios, se quiere insistir en este punto.

El futuro de la verja

La APBC, por su parte, asegura que si se mantiene el tráfico de pasajeros en el muelle ciudad el espacio, por cuestiones de normativa europea, no podrá ser de libre tránsito y que habrá que encontrar una fórmula a caballo entre la antiestética verja que separa ahora la ciudad de la zona portuaria y el acceso sin restricciones.

Pero como este concurso no obliga legalmente al Consistorio a ejecutar la propuesta, ese área está incluida en el objeto del diseño. Los propios redactores del pliego de condiciones tuvieron que aclararlo, ante las dudas expresadas -de forma oficial y por escrito- por algunos de los interesados.

Respecto a los materiales empleados, se da libertad de elección, con la idea de buscar la «originalidad y creatividad máxima». Se advierte, eso sí, de que deberán tener la suficiente durabilidad como para aguantar la exposición a la climatología de Cádiz y sobre todo, la cercanía al mar.