Patrullas, en uno de las zonas más frecuentadas de esta población costera gaditana. :: LA VOZ
Janda

La Policía intensifica la vigilancia en las playas

Sólo en julio se han sancionado a 200 bañistas por infringir la prohibición de animales o de juegos de pelota

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Las playas conileñas están, este año, más vigiladas y seguras que nunca. Desde que empezó el presente verano, la unidad de playas de la Policía Local de Conil, en colaboración con Protección Civil de esta localidad costera gaditana, está realizando en todo el litoral un trabajo específico.

Los agentes y voluntarios se esfuerzan en vigilar diariamente las playas , prestando especial atención a la seguridad de los bañistas, la regulación del tráfico en las zonas de acceso a las playas, o el control de la venta ambulante sin autorización. Y estas patrullas se están traduciendo en sanciones de manera inmediata. De hecho, de este dispositivo especial surgen ya los primeros datos estadísticos; tan solo en la primera quincena de este mes de julio se han contabilizado un total de 63 actas de denuncia por tenencia de perros en la playa, otras 4 por venta ambulante y otras 4 más por juegos de pelota.

De igual forma, también se han abierto otras 109 por infracción de tráfico en aparcamientos limítrofes a las playas, 53 por estacionamiento de vehículos en zona de Costas y 11 por estacionamiento de autocaravanas junto al litoral.

Hay que recordar que los agentes también actúan como punto informativo disponible para los ciudadanos que requieren sus servicios en toda la franja litoral.

Mano dura al botellón

Este servicio ha sido impulsado este año 2010 en mayor medida por el Ayuntamiento de Conil. El municipio continúa con su prohibición del botellón en todo el término, y ha iniciado además una campaña para reducir el ruido en el pueblo. «Nuestro objetivo es conjugar el derecho que todos tienen a disfrutar, con el deber de velar por la utilización racional de las playas», explican fuentes municipales. Y es que Conil quiere dejar atrás la imagen de ciudad sin ley que esta población venía dando en los últimos años, en favor de un sello de calidad como «lugar de descanso» y veraneo apto para todos los públicos. Solo el tiempo y los turistas dirán si esto se consigue.