Tribuna

El nuevo decálogo portuario

La nueva Ley se ha hecho bajo el consenso entre el PSOE y el PP, con apoyos del resto de los grupos parlamentarios, y en buena sintonía con los agentes sociales y económicos

PRESIDENTE DE PUERTOS DEL ESTADO Actualizado: Guardar
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Se está tramitando por las Cortes la nueva Ley de Puertos. Se ha hecho bajo el consenso entre el PSOE y el PP, con múltiples apoyos del resto de los grupos parlamentarios, y en una buena sintonía con los agentes sociales y económicos. Es decir, fuimos capaces de mostrar un pacto de Estado en las actividades marítimo-portuarias. Este dato es de gran valor político porque demuestra dos cuestiones básicas. La primera, la constatación de que aumenta la concienciación portuaria del país, y la segunda, porque se aprecia que era necesario resaltar la relevancia que poseen las actividades relacionadas y vinculadas a las actividades marítimo-portuarias,

Estas dos notas se corroboran cuando se afirma que la política portuaria constituye uno de los ejes básicos para las apuestas económicas de un país. De una parte, porque sobre los puertos descansan el 85% de la importaciones y más del 60% de las exportaciones. Y, de otra parte, porque los puertos son las primeras atalayas para detectar los comportamientos de la economía al registrar las primeras magnitudes referidas al comercio exterior, al suministro energético o al posicionamiento logístico.

De ahí el mimo con que se ha cuidado la tramitación de la Ley y como se tuvieron en consideración las especificidades y singularidades de cada uno y del conjunto de los recintos y equipamientos que componen el sistema portuario español. Asimismo, se ha trasmitido a la UE que era posible avanzar en un modelo portuario, denominado «landlord avanzado», sobre el que supimos coordinar tanto los aspectos institucionales y de gobernanza, teniendo en cuanta el rol de las Comunidades autónomas y ciudades; como la participación privada, por medio de sus mayor integración en las actividades y servicios portuarios; e integrando la dimensiones relativas a la sostenibilidad y la intermodalidad, bajo los requerimientos de una rentabilidad anual establecida por Ley.

Se abre una nueva etapa que posee, desde ahora, un nuevo decálogo. Tratando de ser esquemático podemos decir que la nueva Ley aporta estas diez nuevas notas:

1.- Mayor libertad tarifaria, donde las autoridades portuarias pueden proponer valores propios de las tasas de buque, pasaje y mercancía, acordes con su realidad económica.

2.- Estricto control económico-financiero bajo criterios de racionalidad y equilibrio, por el cual el sistema portuario español asume el compromiso de alcanzar una rentabilidad anual del 2,5%.

3.- Convertir a los puertos en espacios atractivos para la iniciativa privada, creando más posibilidades para radicarse en las zonas de servicios y poner en funcionamiento actividades directamente vinculadas al transporte y a la logística.

4.- Garantizar las condiciones de competencia, manteniendo el libre acceso a las prestaciones de servicios portuarios.

5.- Lograr que los puertos sean más competitivos en una economía global, ampliando el alcance de las bonificaciones con la finalidad de ganar posiciones en el ámbito internacional.

6.- Premiar la calidad y la eficiencia, a fin de racionalizar la inversión en las infraestructuras y aprovechando al máximo los equipamientos e instalaciones existentes.

7.- Conseguir unos puertos más comprometidos con el entorno socio-económico, reforzando los lazos con el tejido empresarial al que sirve y con la ciudad en la que se ubica.

8.- Mayor liderazgo de gestión bajo la batuta del presidente de la Autoridad Portuaria.

9.- Plena integración de los puertos en el sistema de transporte, profundizando en la interoperatividad entre las vías terrestres y ferroviarias, a fin de potenciar la intermodalidad.

10.- Una apuesta por la sostenibilidad medio-ambiental, obligando a los puertos a presentar anualmente una memoria de sostenibilidad para evaluar los compromisos alcanzados.

Este decálogo se vehicula por medio de una mayor coordinación y sincronización de las administraciones públicas con Puertos del Estado en la búsqueda de una mayor eficiencia del sistema. Estamos ante un gran avance, que se convertirá en una referencia en el sistema portuario internacional. Los primeros resultados muestran que bajo esta concordancia de intereses los tráficos comienzan a subir, mostrando una leve, pero ya consolidada, recuperación en lo que hace referencia a la mercancía general, contenedores, pasaje y número de buques.