Goleador. David Villa controla el balón durante un entrenamiento con España. :: REUTERS
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La hora del 'Guaje'

España acaba en Villa, que con Torres recién salido de una lesión, adquiere un papel determinante

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España acaba en Villa. Indiscutible para el seleccionador, el delantero asturiano asume en este Mundial una responsabilidad añadida. El rendimiento que va a poder ofrecer Fernando Torres es una incógnita y Llorente se antoja un recurso puntual para momentos desesperados, de manera que, a día de hoy, el gol en la selección lleva el nombre de David Villa. Competitivo hasta el desvelo, el nuevo fichaje del Barcelona acepta con agrado ese rol. Sabe que su papel puede ser determinante. Lleva ya 37 goles con la selección y sueña con superar en Sudáfrica el récord con España en poder de Raúl, que suma 44. «Ojalá lo consiga. Sería muy bueno porque son muchos goles. Pero siempre digo lo mismo. Yo los goles los consigo a través de mis compañeros, jugando para el equipo. Y así tengo que seguir. Con la calidad para el último pase de la gente que está aquí, los goles vienen solos», comentó.

Al menos en el partido de mañana ante Suiza y puede que también en el siguiente ante el combinado de Honduras, el artillero de Tuilla jugará como único delantero específico. Torres no estará en el once y él no tendrá que caer a la banda, como le ocurrió varias veces en la pasada Eurocopa. Estará solo como punta de lanza, algo que no le preocupa. «Me encuentro igual de cómodo en todas las posiciones. Lo he demostrado. Para todos es importante que Fernando esté en el campo por todo lo que aporta al equipo, pero yo estoy igual de cómodo con él o sin él», confesó el nuevo ariete azulgrana.

A la comodidad de David Villa contribuyen dos grandes factores. El primero es que es un hombre acostumbrado a buscarse la vida entre los centrales. Y el segundo, que la soledad del delantero centro de España es, a su juicio, muy relativa. «Yo no diría que voy a estar solo porque los dos compañeros que juegan en las bandas, ya sean Iniesta, Silva, Pedro o Mata, se puede decir que son delanteros. El esquema de la selección no perjudica a ningún jugador. Llevamos dos años demostrando que todas las combinaciones son positivas. Y tampoco es de extrañar porque la calidad que hay en este equipo es enorme», aseguró Villa, que reconoció «la satisfacción y la tranquilidad» que le produce estar en Sudáfrica con su futuro ya solucionado, no como le sucedió el año pasado en la Copa Confederaciones.

Buscar espacios

El 7 de España sale al campo sin dudas, con el guión bien aprendido. Como todos los grandes equipos, la selección está llena de automatismos y el Guaje los conoce y disfruta mejor que nadie. «El juego que hacemos no es para tener un delantero fijo que esté esperando el balón. Necesitas movilidad, intercambiar posiciones con los compañeros que juegan en banda, estirar el campo para que los centrocampistas ocupen el espacio creado para el media punta... Y cuando ellos están muy cerrados, con el doble pivote muy metido atrás, salir para ayudar en la construcción», explicó.

Villa es el primero en destacar el estilo de la selección. Lo defiende cada vez que tiene oportunidad, que durante un Mundial son muchas. En su caso, la defensa del juego de toque que realiza España no sólo es una cuestión estética. La clave está en su eficacia, avalada por el triunfo en la pasada Eurocopa, en una impecable fase de clasificación para el Mundial y en un puñado de victorias incontestables en partidos amistosos, algunos de ellos ante selecciones del cuajo de Argentina, Francia o Inglaterra. Palabras mayores. «Lo importante no es encontrar un estilo, sino encontrar uno que te lleve al éxito. Y a nosotros en dos años sólo nos ha ganado Estados Unidos. De manera que nuestro juego no sólo es bonito sino eficaz. Sabemos que jugar con nuestro estilo es la mejor forma de llegar a la victoria», resaltó.

Hablando del estilo, el 'Guaje' no pudo por menos que referirse a Xavi Hernández, la piedra angular sobre la que gira todo el sistema de toques y apoyos rápidos que ha hecho de 'La Roja' una selección admirada y envidiada. A ninguna, de hecho, se le espera con tanta expectación en este Mundial. «Xabi nos marca el estilo y la pausa. Fue el mejor jugador de la Eurocopa. Es el eje en nuestro centro del campo», reconoció el asturiano, que curiosamente no tuvo ninguna palabra contraria a las famosas vuvuzelas, sobre cuya prohibición se sigue especulando estos días. «Es verdad que molestan en algunas fases del partido. Si quieres decirle algo a un compañero, como esté a más de diez metros, no te escucha. Pero todo ese ruido no perjudica al juego y da un ambiente bonito».

Las páginas del calendario de Sudáfrica 2010 comienzan a pasar y ya pueden sacarse algunas conclusiones. Una de ellas es que Alemania sigue siendo Alemania, un clásico que el pasado domingo rompió con la tónica dominante de partidos tensos y muy apretados. Los germanos trituraron a Australia con la fiabilidad que ha hecho famosos a sus motores. Villa no dudó en aplaudir ayer el ejercicio de superioridad de los finalistas de la Eurocopa. «Fue muy superior a su rival y demostró tener un gran juego de ataque. La gente de las últimas lineas tiene mucha movilidad y cambia muy bien sus posiciones. Sólo Klose está un poco está estático. Los alemanes demostraron que son candidatos, como siempre, y que tienen grandísimos jugadores», concluyó.