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Arranca el Brasil de Dunga

A la espera de encontrar la mejor versión de Kaká, la 'canarinha' disputa su primer Mundial sin una gran estrella

JOHANNESBURGO. Actualizado: Guardar
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Como ya es tradición en su arranque de un Mundial, no se percibe un buen ambiente en el entorno de los pentacampeones, que no deberían tener problemas para abrir con una goleada frente a los norcoreanos, cuya misión de repetir el milagro logrado ante Italia en Inglaterra'66 se antoja imposible.

Varias son las dificultades que, a priori, afronta Brasil. Por vez primera acude al gran campeonato sin una gran estrella. Debería ser Kaká, pero habrá que ver si rompe después de una temporada muy discreta y plagada de lesiones con el Real Madrid. No es el Brasil de Pelé, ni de Zico, ni de Romario, ni de Ronaldinho, ni de Ronaldo, y existen muchas incertidumbres de que sea el de Kaká. De momento, es el Brasil de Dunga, y ése no es un buen síntoma.

La crítica y la afición dudan pero la 'canarinha' cree en Kaká. «Confío mucho en él, como todos mis compañeros», subrayó Maicon, campeón de Europa con el Inter y quizá su compañero de aventuras el curso próximo en el Bernabéu. «Kaká está bien y todos tenemos la seguridad de que va a hacer un gran Mundial y ayudar a Brasil a ganar su sexto título», insiste el lateral derecho del Inter.

Ciertamente, Kaká es uno de los pocos jugadores, por no decir el único, que con Dunga goza de bastante libertad de movimientos. Poco dado a convocar figuras, como prueba el hecho de haber prescindido de Pato y en cierta manera también del desgastado Ronaldinho, está peleado con el mundo, sobre todo con los periodistas. Dunga garantiza que hay al menos trescientos informadores brasileños que 'tuercen' para que su país fracase en Sudáfrica y poder linchar así su seleccionador. Blinda los entrenamientos un día tras otro desde que se quejó por la grabación de un altercado entre Dani Alves y Baptista, que se produjo el pasado viernes.

Ni con los patrocinadores

También cerró las puertas del exclusivo hotel 'Fairway' en Johannesburgo a los familiares de los jugadores y a los responsables de las empresas que patrocinan al equipo. Exige máxima concentración y disciplina. Su consigna es rotunda: «Quien no roe hueso, no come filete». A partir de ahí, todo está claro. Al menos en apariencia, los soldados sí están con su sargento. Son la base del equipo que logró el título de la Copa Confederaciones hace un año en Sudáfrica, cuando el ex capitán campeón mundial en 1994 encontró su once ideal para ir a la conquista del 'hexa'. «Decida lo que decida, estamos con él. No vamos a contradecirlo», explica Maicon, a la espera de resolver su futuro.

El asunto del '9' es otra dificultad añadida. El sevillista Luis Fabiano, muy lastrado físicamente durante la temporada, asume el reto, y la enorme presión, de heredar un dorsal que en Brasil son palabras mayores. Su anterior dueño fue Ronaldo, el 'Fenómeno' que, con ocho dianas, consiguió el 'Pichichi' en el último título conquistado, hace ocho años en Corea y Japón. Entonces cayó Alemania, que de momento ha sido la única en cerrar su primer choque con goleada.