CARTAS A LA DIRECTORA

El PER, enemigo de Andalucía

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El demócrata y cristiano José Antonio Durán y Lleida, líder del partido Convergencia i Unió, minoritario en votos (3%) pero persistente en los medios, ha expresado su deseo de debatir lo que significa el gasto del PER, que es esa espada de Damocles que amenaza con caer en Andalucía siempre que hay que avivar el fuego del rencor territorial o desviar la atención ciudadana. Estoy de acuerdo, no ya con lo primero, sino con el análisis general del dirigente, que afirma que en el pasado Andalucía y Extremadura «habían sido objeto de un cierto expolio y maltrato», aunque me gustaría saber a qué se refiere exactamente. Incluso estoy aún más de acuerdo con -cito también- revisar toda la política de subvenciones porque, a su juicio, España es un país excesivamente subvencionado, y en el que además las subvenciones se utilizan para captar el voto. Si pudiéramos empezar por ese final, yo no sólo estaría de acuerdo con hacer el harakiri social a Andalucía eliminando el PER, sino con eliminar toda la política de subvención a las empresas que, artificialmente mantenidas con vida a base de subvención y recortes laborales, exhalan sus últimos alientos en Cataluña y que se han llevado, comparativamente, más de uno y dos PER en subvenciones. Pero eso sería empezar por el final y el político comienza con replantear -supongo que es un eufemismo- el PER y del resto -que es lo suyo, lo intocable- ya hablaremos. Ojalá replanteen la ley electoral que permite tanto peso a partidos tan pequeños.